domingo, 1 de mayo de 2011

EL RECHAZO A LAS APARICIONES DE LA VIRGEN EN EZQUIOGA Y SUS CONSECUENCIAS EN EL PASADO, PRESENTE Y FUTURO

En el tema “Una Señora guapísima” anunció en 1933 la Guerra Civil española” traté una parte de las apariciones de Ezquioga, fijándome solamente en su importante anuncio de profetizar la Guerra Civil española, y, en el tema “Clérigos asesinados en la zona nacional”, que guarda relación con el anterior, quedaba de manifiesto el problema secesionista de la iglesia nacionalista vasca; ahora, sirviéndome de los trabajos de dos investigadores presento esta síntesis sobre las apariciones de la Virgen en Ezquioga y sus consecuencias e importancia en el pasado, presente y futuro de España.
Lo profetizado se ha ido cumpliendo, y como aquellos milicianos comunistas vascos que durante la Guerra Civil encontraron y leyeron el perseguido libro de las apariciones de Ezquioga, el creerlo o no es una cuestión personal de cada uno.
Las fuentes son:
A: José María Sánchez de Toca. Los profetas de la piel de toro. Astorga, León, 2009.
B: William A. Christian Jr. Las visiones de Ezkioga. La Segunda República y el Reino de Cristo. Barcelona, 1997.

1. Las apariciones:
“El 14 de abril de 1931 un gobierno provisional nombrado por sí mismo se hizo con el poder que había dejado abandonado el rey y sus ministros y proclamó la Segunda República Española.
A los dos meses y medio, los católicos españoles, que eran abrumadora mayoría de la población, tenían motivos para temer lo peor, horrorizados por los incendios de iglesias y conventos. Aunque el episcopado español había aconsejado sumisión al nuevo régimen, éste al cabo de un mes puso en la frontera a Mateo Múgica, obispo de Vitoria, y poco después al cardenal Segura, primado de España.
Entonces la Virgen se apareció en diversos lugares. En Ezquioga (Guipúzcoa) las apariciones fueron multitudinarias y anunciaron la persecución religiosa, la guerra civil y la segunda guerra mundial, así como los tres días de tinieblas y otros acontecimientos terribles que felizmente no han ocurrido. Las apariciones fueron bien acogidas por el pueblo pero sufrieron el acoso, prácticamente circular, de los poderosos de la época y fueron prohibidas por el ordinario del lugar.
El 19 ó 20 de junio de 1931, Ignacio Galdós, concejal de Ezquioga, pueblo cercano a Zumárraga, en el Goyerri, las tierras altas guipuzcoanas, tuvo un accidente cuando llevaba su carro de bueyes cargado de troncos. Una señora vestida de negro le ayudó, puso a los bueyes de pie tomándoles por un cuerno y evitó que el hijo de Ignacio, que iba montado en el carro, cayera por un terraplén. Cuando lo contó nadie le creyó y en la taberna se burlaron de él, a pesar de que era un respetado cashero.
Diez días después, a la hora del ángelus (el crepúsculo vespertino) del 30 de junio de 1931, los niños Antonia y Andrés Bereciartúa, que volvían a casa con la leche que habían ido a buscar a un caserío, se toparon con una señora vestida de blanco que llevaba un manto negro, corona de oro y tres estrellas luminosas, a la que identificaron con la Virgen. Las apariciones exhortaban a la conversión, la oración y la penitencia para salvar a España y al mundo entero, y para evitar los castigos que amenazaban" (A, pp. 227 y 228).

2. La nacionalista iglesia vasca:
“El obispo de Vitoria, Mateo Múgica, fue autorizado a regresar a España el 13 de mayo de 1932, pero no pudo volver a su diócesis hasta un año después. En cuanto llegó a Vitoria el 11 de abril de 1933, ordenó a los párrocos que hicieran retractarse a los videntes.
Las disposiciones del vicario, cada vez más drásticas, habían prohibido la asistencia a la campa, primero a los eclesiásticos, después a los videntes, y finalmente también a los laicos. Ahora, Múgica dejaba a la niña Benita Aguirre sin sacramentos, la prohibió que se le apareciera la Virgen, y amenazó de excomunión a sus padres si la niña tenía visiones en casa. El obispo prohibió que los párrocos dieran la comunión a los videntes que tuvieran apariciones y a los laicos que acudieran a la campa.

Las apariciones de Ezquioga también se vieron atrapadas en las tensiones reinantes entre el cardenal Segura, primado de España, y el nuncio Federico Tedeschini. Segura, a quien la República había desterrado a Roma, era un hombre ascético y espiritual que creía en apariciones y en los documentos de la Madre Rafols, mientras que el nuncio era un mundano príncipe italiano que informó sobre Ezquioga al Secretario de Estado vaticano de entonces, cardenal Pacelli (después, Pío XII), el 14 de octubre de 1932, “congratulándose de que la colaboración del gobierno civil daría pronto fin a las apariciones” (A, pp. 231, 233 y 234).

3. La fanática izquierda anticlerical:
“En agosto de 1931 el gobierno de la República había respondido serenamente con el ejemplo de Lourdes a una interpelación parlamentaria sobre Ezquioga, pero comisionó discretamente a Gregorio Marañón a que investigara los hechos, y éste, que era el médico más famoso de España, informó que “los fenómenos de Ezquioga no pertenecían a la Ciencia sino a otros estados de conciencia”.
El 13 de agosto de 1931 en una agitada sesión en las Cortes se trató el tema de las apariciones de Ezquioga. El diputado republicano radical socialista Antonio de la Villa Gutiérrez afirmaba que "a la sombra de esa Virgen de Ezquioga se está conspirando contra la República", y pedía al ministro de la Gobernación que tomase medidas: "Sr. Ministro de la Gobernación, en Ezquioga se reúnen de 5 a 6.000 almas todos los días". A lo que el ministro de la Gobernación el republicano conservador Miguel Maura Gamazo respondía: "El que unos católicos se reúnan creyendo -porque lo crean o porque no lo crean-, se reúnan, digo creyendo ver una aparición y están allí durante unas horas rezando el rosario, ¿vale la pena de que la Cámara española considere que está en peligro la República por eso?":
Diario de Sesiones de las Cortes Constituyentes de la República Española. Nº. 385, pp. 392 a 394.
Un año después, en septiembre de 1932, Azaña, presidente del gobierno, visitó Guipúzcoa y el gobernador civil Pedro del Pozo, amigo y confidente suyo, recibió sus instrucciones directas de “no consentir más milagros”. El ejército realizó maniobras en Ezquioga y la Guardia Civil impidió el acceso a la campa. Del Pozo nombró juez especial a Alfonso Rodríguez Dranguet, un masón que había matado un guardia civil en los disturbios previos a la República, quien hizo detener a los videntes y el 11 de octubre de 1932 comenzó a interrogarlos por los delitos de estafa y sedición.
La connivencia entre el gobierno civil y el obispado de Vitoria quedó al descubierto. El juez encerró al Padre Burguera una semana en la cárcel de Ondarreta, y a los demás videntes quince días en el manicomio de Mondragón, donde los facultativos tuvieron que excusarse con los videntes por encontrarlos perfectamente sanos, aunque hallaron cierto retraso mental en tres de los videntes varones” (A, pp. 231 y 232).“El 14 de julio de 1931, Patxi Goicoechea vidente nacionalista, vio a la Virgen bendecir con expresión severa los cuatro puntos cardinales con una espada. Los periódicos de izquierdas, que hasta entonces habían bromeado con las visiones pidieron rápidamente la intervención del gobierno.
El 19 de julio, el periódico republicano La Voz de Guipúzcoa, denunciaba la utilización “de una alucinación” como parte de una conjura “derechista-separatista” y la provocación de “la intolerancia y la guerra civil”. Un diputado republicano advirtió en El Liberal de Madrid que Ezkioga era el producto de un clero “dispuesto a remangarse la sotana, empuñar el fusil y lanzarse al monte” (B, p. 48).

4. El racista y secesionista nacionalismo vasco
:
“Al principio, los nacionalistas vascos, importante fuerza política nacional, habían acogido las apariciones como un signo del Cielo.
Engracio Aranzadi escribía el 8 de julio [El Día, 11 de julio de 1931]: “¿No será que el Cielo trata de confortar el ánimo de los vascos leales a la fe de la raza?” (A, p 232).
“Aranzadi era el sucesor de Sabino Arana como ideólogo del Partido Nacionalista Vasco.
El semanario pronacionalista Argia llegaba a la conclusión de que “aundia Euskalerriari Jaungoikoak dion onginaia” (es grande el buen deseo que Dios tiene hacia el pueblo vasco)” (B, pp. 47 y 48).
“En consecuencia, el Euzkadi Buru Baztar, órgano supremo del partido, designó a tres miembros para que acudieran a Ezquioga a preguntar a la Virgen qué tenía que decir a Euzkadi. Los comisionados fueron a la campa e hicieron la pregunta a través de la niña Benita Aguirre, que a su vez preguntó a la Virgen.
La respuesta, en castellano, fue que la Virgen venía para toda España y que si había elegido Ezquioga era porque en ese momento estaba allí la mejor gente de España, pero que no siempre sería así. Esta respuesta, unida al hecho de que los mensajes se referían constantemente a España sin mencionar a Euzkadi, fue una desilusión para los nacionalistas. Cuando unos peregrinos navarros de Mendigorría llevaron a la campa pancartas que decían “Madre, ¡Salva a España!”, el órgano del partido [Euzkadi, 15 de julio de 1931] escribió ácidamente:
“Estos vivas y gritos que se guarden para ellos. ¿Por qué no fueron a apagar los conventos que quemaron en Madrid y en Sevilla? Los que quemaron los conventos eran españoles, aunque muchos de los que estaban dentro de los conventos eran vascos”.
Más tarde, cuando estalló la guerra civil, los gudaris (soldados del gobierno de Euzkadi) buscaron los libros de Burguera para quemarlos. Sin embargo, la edición estaba en una casa de Elorrio que los comunistas vascos habían convertido en cuartel para dos de sus batallones, donde los milicianos lo leían con avidez y se convirtieron muchos. Después, cuando los nacionales entraron en Elorrio, la edición ya no estaba allí, pero no porque los comunistas la hubieran quemado o destruido, sino porque la habían difundido por todo el país vasco” (A, pp. 232 y 233).5. El prepotente nacionalcatolicismo franquista:
“El círculo de enemigos de las apariciones se completó en 1937, cuando las tropas nacionales conquistaron el Goyerri. La autoridad militar metió algunos videntes en el manicomio, y a otros los desterró o amenazó con hacerlo. Dos años después de acabada la guerra, la Dirección General de Seguridad todavía hizo detener a un devoto a instancias del vicario general de la diócesis de Vitoria (que ahora era Lazurica), que le acusó de separatista. Afortunadamente el detenido tenía un hijo sacerdote que pudo demostrar la falsedad y liberarlo en dos semanas” (A, p. 233).

Conclusión y consecuencias:
“Se calcula que la campa de Ezquioga tuvo un millón de visitantes en 1931, con un pico de asistentes de 70.000 personas el 16 de julio de 1931.
La Virgen se manifestaba a muchos hombres y mujeres, ya fueran habitantes de Ezquioga, visitantes, curiosos o peregrinos.
El vidente Cruz Lete se hizo hermano de San Juan de Dios lo mismo que su grupo de amigos y murió en olor de santidad en 1933. Otra devota vidente de Ezquioga, Conchita Mateos, se hizo monja clarisa junto con otras catorce jóvenes.
En Ezquioga nunca hubo comisión eclesiástica de investigación después de la que formó el párroco; y los mensajes de Ezquioga nunca han sido estudiados a la luz de los acontecimientos nacionales, mundiales y eclesiásticos ocurridos desde entonces. En Ezquioga la Virgen se aparecía como Mater Dolorosa con una espada en la mano y el rosario en la otra; en 1931 aquello se interpretó como un anuncio de guerra, sin que nadie se le ocurriera que el rosario era la mansa alternativa a la espada.
Después, una generación tuvo paz hasta que en 1968 comenzaron los asesinatos en serie, cuyas víctimas han sido mayoritariamente vascas, y cuyos asesinos recibieron aliento y complicidad donde sólo hubieran debido oír exhortaciones al arrepentimiento y la penitencia. Aquella cristiandad pujante y misionera se secularizó y los seminarios se vaciaron. Curas rebotados y frailes que habían colgado los hábitos se encaramaron a los puestos dirigentes de la sociedad. Cuando el Papa visitó Guipúzcoa en 1982, el presidente del gobierno autónomo no fue a recibirle, alegando que tenía otros compromisos.
Vistos los hechos tantos años después, mi impresión es que en Ezquioga hubo de todo, según la vieja experiencia cristiana de que donde se manifiesta Dios no anda muy lejos el diablo. Pero al árbol ha de juzgársele por sus frutos y en Ezquioga se produjeron conversiones, vocaciones y curaciones, y se profetizaron hechos que el tiempo ha verificado.
Contra toda evidencia se negó en bloque el carácter sobrenatural de las primeras apariciones multitudinarias de España, en las que millares de devotos esperanzados recibían mensajes de contenido profético. Y así, Ezquioga, que hubiera debido ser una bendición, se convirtió en una desgracia. La condena creó un sentimiento de vergüenza colectiva y Ezquioga pasó a ser un tabú que no debía mencionarse.
En 1984, un contristado historiador vasco me decía que allí las cosas no tendrían remedio hasta que no se reparase el desaire que se había hecho a la Virgen en Ezquioga” (A, pp. 228, 247, 248 y 249).Y después dicen que no entienden lo que pasa en las Vascongadas o en España, en Europa y en el Mundo: ustedes mismos.

Ángel Manuel González Fernández, mayo de 2011.








miércoles, 20 de abril de 2011

EJECUCIONES Y ASESINATOS EN LAS BRIGADAS INTERNACIONALES

Desde mediados de julio de 1936 la Internacional Comunista estaba haciendo campaña en favor del Frente Popular, y con el llamamiento que hizo a todos los países en septiembre de 1936 pidiendo voluntarios con experiencia militar para guerrear en España, dio comienzo en París el reclutamiento dirigido por el Partido Comunista Francés y André Marty como organizador, y el Partido Comunista Italiano en el exilio y Luigi Longo como su máximo responsable.
El 80% de los que acudieron a la llamada eran militantes y simpatizantes comunistas, el resto lo completaban idealistas de izquierdas, antifascistas, exiliados, emigrantes, desempleados y algunos aventureros.
El cuartel general y la base de entrenamiento de las Brigadas en España estaba en Albacete. En octubre de 1936 llegaron los primeros brigadistas, y lo primero que hicieron los organizadores fue inscribirles por nacionalidades y no por su procedencia, por eso no coincide el total de los brigadistas que se guarda en los archivos de Moscú con los totales de los estudios realizados en los países con alta emigración; así por ejemplo, de Francia, de los Estados Unidos y del Canadá llegaron un gran número de emigrantes de otros países, y desde Suiza se incorporaron también emigrantes alemanes e italianos.
Informe alto secreto con fecha 3 de enero de 1937 elaborado por el “Jefe del Servicio de Inteligencia del Ejército Rojo, comandante S. P. Uritski”, después de mantener una larga conversación con el corresponsal estadounidense y prosoviético Louis Fischer: “Pero al reclutar a gente para las columnas cometimos dos errores. El primero: tenemos alrededor de un 80 por ciento de comunistas. Es una proporción demasiado elevada. Deberíamos apostar por el reclutamiento de socialistas, simples trabajadores antifascistas, y todos los que lleguen, por supuesto, si es gente de probado valor. Segundo error: el 70 por ciento de los internacionales son franceses y belgas. Eso significa que el comité que se encarga de esa cuestión en París trabajó allí donde era fácil conseguir gente.
Sin embargo, en la URSS, hay ahora otra posibilidad: inmigrantes extranjeros con pasaportes extranjeros. Tampoco es un secreto para nadie que están desmoralizados y que su vida no es muy cómoda. Sería bueno para ambas partes que fueran a España. Y hay que acelerarlo”: Ronald Radosh, Mary R. Habeck y Grigory Sevostianov. España traicionada. Stalin y la guerra civil. Barcelona, 2002, pp. 151 y 152, 161 a 163.
Sobre los últimos párrafos de ese informe hay que aclarar la doble estrategia de Stalin; por un lado, envió a España un total de “aproximadamente 4.000 diversos especialistas militares y civiles”: Yuri Rybalkin. Stalin y España. Madrid, 2007, p. 114; y por otro, prohibió a los ciudadanos soviéticos su incorporación al frente español.

Siguiendo las órdenes de André Marty a todos los internacionales se les retiró el pasaporte: “El bandido Marty (…) que ha hecho robar los documentos de identidad a los voluntarios a su llegada a la concentración de la Columna internacional”: el comandante organizador y director del 4º Buró del Estado Mayor General de las Brigadas Internacionales, el belga Eugène Van den Bossche. Je parle au peuple. Bruselas, 1937, p. 15.Los pasaportes -además del oro español- fueron otro gran tesoro para Moscú, especialmente los pasaportes estadounidenses: “Todos los pasaportes de los voluntarios se les quitaban al llegar éstos a España, y rara vez se les devolvían. Cuando se licenciaba a uno de ellos, se le decía que su pasaporte se había perdido. (…) los auténticos pasaportes americanos son sumamente apreciados en el cuartel general de la O.G.P.U, en Moscú. Casi toda valija diplomática de España que llegaba a la Lubianka contenía un paquete de pasaportes de miembros de la Brigada Internacional. Varias veces, mientras yo estuve en Moscú en la primavera de 1937, vi esta clase de correo en las oficinas de la División extranjera de la O.G.P.U. Un día llegó un paquete de casi un centenar de pasaportes: la mitad de ellos eran americanos. Habían pertenecido a soldados que murieron. Esta era una gran pesca, una causa de alegría. Los pasaportes de los difuntos, después de algunas semanas de investigación sobre la historia y familia de sus propietarios primitivos, se adaptan fácilmente a los nuevos portadores de los mismos: los agentes de la O.G.P.U”: Walter Krivitsky. Yo, Jefe del Servicio Secreto Militar Soviético. Guadalajara, 1945, pp. 140 y 141.
Moscú sacaría un gran rendimiento a esos cientos de pasaportes robados, pues fueron utilizados por sus servicios secretos y el espionaje prosoviético antes y después de la II Guerra Mundial.
Hay autores que afirman que donde hubo más ejecuciones disciplinarias fue en las Brigadas Internacionales, otros lo niegan, y dicen que en las Brigadas se fusiló igual o incluso menos que en otras unidades del Frente Popular; ahora bien, de lo que se desprende de todo ello, es el claro detalle de la retirada de la documentación a los brigadistas nada más pisar suelo español. El hecho de la retirada de los pasaportes se ha querido justificar afirmado que era una manera de disuadirles para que no desertaran: ¡bonito comienzo! Más bien creo que lo uno lleva a lo otro, y ese otro es que una persona sin papeles legalmente no existe, y si legalmente una persona no existe cualquier cosa que la pueda pasar nada hay que justificar.

Llegaron a España voluntarios de más de 50 nacionalidades, y según consta en el informe alto secreto del 26 de julio de 1938, los brigadistas que habían llegado hasta la fecha del 30 de abril de 1938 hacían “un total de 31.369: 8.778 franceses, 3.034 polacos, 2.908 italianos, 2.274 estadounidenses, 2.180 alemanes, 2.056 balcánicos, 1.806 británicos, 1.701 belgas, 1.046 checos, 862 bálticos, 846 austriacos, 662 escandinavos, 586 holandeses, 510 húngaros, 510 canadienses, 406 suizos, 132 portugueses y 1.072 de otras nacionalidades”: España traicionada, p. 549. Y según un documento con fecha 29 de agosto de 1938 “la llegada de nuevos voluntarios es ínfima”: España traicionada, p. 550. Desde el 30 de abril de 1938 hasta la retirada de las Brigadas Internacionales el 15 de noviembre de 1938, los nuevos incorporados no llegaron ni a los 1.000. Así todo, esa cifra total es rechazada por algunos autores por parecerles muy exigua y la tachan de “cifra fósil”. De todas formas hay que aclarar, que en ese total no están incluidos los aproximadamente 4.000 especialistas soviéticos y los entre 1.000 a 2.500 antifascistas, mayoritariamente anarquistas y trotskistas que vinieron a luchar pero que no formaron parte de las Brigadas Internacionales.
En el citado informe con fecha de 26 de julio de 1938, en un apartado se desglosa por meses los “camaradas enviados al frente que pasaron por la base organizativa de Albacete” y que suman un total de “52.049”: España traicionada, p. 548; pero como bien indica el informe son brigadistas que pasaron una vez, otros dos, otros más de dos; en definitiva, que no se trata del total de las Brigadas Internacionales que vinieron a España.
No voy a entrar en una guerra de cifras ni intento desacreditar ningún estudio, y como ha ocurrido en otras ocasiones puede que yo esté equivocado; pero me inclino a creer que el total de los brigadistas internacionales que vinieron a España y pasaron por la base de Albacete no llegaron a los 33.000, y me baso en dos consideraciones:
a). Aun contado con cierta desorganización en los dirigentes de la Brigadas Internacionales, los informes estadísticos y cifras totales están basados en la realidad del momento y parecen desprovistos de exageración y propaganda.
b). A Moscú le hubiera sido más rentable desde el punto de vista propagandístico, inflar la cifra de la hermandad comunista y la solidaridad internacional; y lo que resulta difícil aceptar, es que ya en marzo de 1938 Moscú pretendiese justificar para el futuro su posible derrota, y para ello nada mejor que hacer desaparecer en ese momento y sobre el papel a más de 20.000 de sus combatientes.

El 15 de noviembre de 1938 las Brigadas Internacionales abandonaron España, y de ese total que no llegó a los 33.000 brigadistas, más los entre 1.000 a 2.500 anarquistas y trotskistas que no pertenecían a las Brigadas Internacionales, una Comisión de Naciones Unidas registró para ser repatriados a 12.673 extranjeros; total en el que no están incluidos los cerca de 600 prisioneros que estaban en la zona enemiga y un grupo de poco más de 200 que se quedaron a luchar hasta el último momento.
En realidad: ¿por qué fueron retiradas las Brigadas Internacionales?
Informe que envían al mariscal Voroshilov y a Stalin los dirigentes de la Internacional Comunista, Giorgi Dimitrov y Dimitri Manuilski, 29 de agosto de 1938:
“Del número total de voluntarios internacionales en España, 31.000 hombres, sólo quedan diez mil, y de ellos, no hay más de cinco mil soldados en el frente. Los soldados de las Brigadas Internacionales está extremadamente agotados por las continuas batallas, su eficacia militar ha decaído, y las divisiones españolas las han sobrepasado significativamente en cuanto a disciplina y capacidad de combate. La llegada de nuevos voluntarios es ínfima, y las Brigadas Internacionales han dejado, de hecho, de existir como unidades especiales. La evacuación de los voluntarios extranjeros no afectará al estado del ejército popular español. Debido a esto, Negrín considera posible dejar ir a los voluntarios sin dañar la defensa de la República española. Esta medida, en su opinión, demostrará la fuerza creciente del ejército republicano y la confianza del gobierno republicano en la victoria. Al mismo tiempo, creará una situación ventajosa para el gobierno republicano, al ejercer presión sobre los gobiernos inglés y francés acerca de la cuestión de limpiar España de intervencionistas fascistas, y arruinará el argumento de Franco de que el gobierno de la República española también recurre a la ayuda de voluntarios extranjeros.
Por todas estas razones, el buró político del Partido Comunista de España aprobó una resolución sobre la posibilidad de evacuar a los voluntarios en el momento adecuado, cuando sean favorables las condiciones militares e internacionales.
Solicitamos su consejo e instrucciones. G. Domitrov y D. Manuilsky”: España traicionada, p. 550.(En lo referente a la ayuda de voluntarios extranjeros al Frente Popular, el corresponsal estadounidense Edward Knoblaugh escribe: “Cuando en mi oficina me cablegrafiaron pidiéndome que escribiese un artículo sobre la formación del Batallón “Abraham Lincoln”, en Barcelona, compuesta por voluntarios norteamericanos, y le pedí a Rubio Hidalgo [Luis Rubio Hidalgo era el jefe propagandista y censor de la prensa extranjera en el Frente Popular] que me proporcionase información, replicó:
- Dígale a su oficina que eso es mentira… Ni hay tal Batallón “Lincoln”, ni, por supuesto, tales voluntarios norteamericanos”: Corresponsal en España. (Nueva York, 1937) Madrid, 1967, p. 248).

1. Brigadistas ejecutados y asesinados identificados por su apellido:
Aboslam. Abramofsky. Aeppli. Alcaino. Bartulla. Beckman. Beimler. Bickel. Biguiz. Binet. Blair. Borgne. Browne. Caldamaison. Capponi. Carreri. Casal. Crain. Cheverdat. Dehamme. Delesalle. Della Santa. Donald. Dreyer. Eisenberg. Evrard. Frommelt. García. Glacken. Gorka. Guadagnini. Jacobs. Kamerzin. Kaczanowki. Kemp. La Motte. Lamont. Lefèvre. Marchal. Marquette. Massart. Matz. Maurer. Meeke. Navitsch. Niembrer. Oscar u Oskari. Overton. Ozchardi. Parovic´. Perchick. Rossi. Rudolph. Ryan. Sáez. Scheddin. Schuster. Selby. Selles. Sen. Sfax. Smith. Stasiakowski. Stern. Tamburini. Tricot. Voskoboinikoff. Wallach. White. Wilkes. Zrich. Zufferey.
También habría que añadir a esa lista al comunista inglés John Cornford, que el 14 de agosto de 1936 se unió en Leciñana (Zaragoza) a una columna del POUM, el partido marxista no sometido a Moscú. Al mes siguiente cae enfermo y regresa a su casa de Cambridge. Retorna a primeros de noviembre y se alista en las Brigadas y al poco tiene el primer aviso, el día 7 es herido por fuego amigo en el frente de la Ciudad Universitaria de Madrid. Es enviado al frente de Córdoba y en Lopera (Jaén) le dan por caído en combate el 28 de diciembre de 1936. Años después según confesó su madre Frances Cornford a Hugh Thomas, “a su hijo le habían disparado sus propios compañeros del Partido Comunista porque estaba a punto de abandonarlo”: Miguel Alonso Baquer. La guerra civil española (sesenta años después). Madrid, 1999, p. 407. Si bien es cierto que en la batalla de Lopera hubo muchas bajas y fue un descalabro para el Frente Popular, no hay que olvidar que John Cornford era un sospechoso para los comunistas por su anterior contacto con el POUM.
“Durante años enteros circularon subterráneamente nombres de voluntarios, aireados de cuando en cuando, y finalmente olvidados. Rumores, sin confirmación posible, relacionando el nombre con la ejecución en España (…), y otros de los que no se habló porque su encarcelamiento y desaparición no llegaron a conocerse. Si los muertos hablaran, este capítulo sería mucho más largo”: Cecil Eby. Voluntarios norteamericanos en la Guerra Civil Española. Barcelona, 1974, 370.
Alec Forssmann. El Castillo de Castelldefels antigua prisión de las Brigadas Internacionales, 5 de octubre de 2011 en: www.cielooscuro.com/2011/historia/un-castillo-de-muy-mal-agüero/. El Castillo de Castelldefels antigua prisión de las Brigadas Internacionales (II), 6 de febrero de 2013 en: www.cielooscuro.com/2013/historia/muertes-en-el-castillo/.
El periodista serbio Pero Simic´ revela en su nuevo libro todavía no traducido al español “Tito: el secreto del siglo”, que Josip Broz “Tito” estuvo en la Guerra Civil española, y le acusa de haber “matado a más comunistas que todo el ejército de Franco”. Entre sus ejecutados figura Blagoje Parovic´, miembro del Comité Central del Partido Comunista de Yugoslavia y comisario de la XIII Brigada, asesinado por orden de Tito, el 6 de julio de 1937 durante la batalla de Villanueva de la Cañada (Madrid). Referencia en Internet: “Marijan Mario Basic: Another well hidden secret of Josip Broz Tito revealed”, 1 de septiembre de 2011. “Pero Simic´: Tito en España mató a más comunistas que Franco”: Internet, diario Slobodna Dalmacija, 27 de agosto de 2011.



2. Cifras de brigadistas ejecutados y asesinados y su fuente de referencia:

+ 83 belgas asesinados en Albacete: Le Populaire. Bruselas, 23 de marzo de 1939.
+ (70 ó 60 encarcelados fueron ejecutados en la prisión de Cambrils (Tarragona) por orden del comunista húngaro Otto Flatter. Otto Flatter -cuyo verdadero nombre era Ferenc Münnich y que después sería ministro del Interior de Hungría-, fue jefe de la XI Brigada y después fue nombrado presidente del tribunal militar del 21º Cuerpo con sede en Cambrils. Condenaba a muerte todos los días entre cinco y ocho personas que luego eran fusiladas en la playa. Cinco fueron fusilados por robar un conejo, y otros cinco por manifestar ideas contrarias a las del Partido Comunista fueron condenadas a permanecer en el agua hasta morir: David Wingeate Pike, 1975). Lo he puesto entre paréntesis porque no todos los asesinados eran brigadistas, pero se sabe que en ese tribunal se despachaban los casos de los brigadistas acusados de deserción.
+ 60 ordenó fusilar el carcelero croata Emil Copic en el castillo prisión de Castelldefels (Barcelona): Carlo Penchienati, 1950 (CP).
+ 50 fusilados en la prisión de Horta (Barcelona): CP.
+ 25 estadounidenses que pidieron ser repatriados fueron ejecutados en el frente de Aragón a finales del verano de 1938: Cecil Eby, 1969 [en español, 1974] (CE).
+ (Más de 12 muertos en el batallón Garibaldi, entre ellos los comisarios Roasio y Pelosi, al ser ametrallados por la aviación por error en Mirabueno (Guadalajara) a primeros de enero de 1937): Andreu Castells, 1974 (AC). Lo he puesto entre paréntesis porque no fue una ejecución o un asesinato, pero sí un muy grave error que costó la vida a brigadistas.
+ 9 alemanes de la Brigada XI fusilados en Teruel en enero de 1938: Jacques Delperrié de Bayac, 1968 (JDB).
+ 9: 5 alemanes, 2 franceses un polaco y un húngaro fusilados en Albacete a primeros de diciembre de 1936: Justo Martínez Amutio, 1974 (JMA).
+ 7: en la Cuesta de la Reina, Seseña (Toledo) en noviembre de 1937 se llevaron a cabo ejecuciones en masa, una noche fueron fusilados 7: Nick Gillain, 1938 (NG).
+ 6 fusilados en el muelle cuando intentaban desertar embarcándose en el vapor inglés Essex Lance: AC.
+ 5: 2 checos, 2 polacos y un italiano fueron metidos en un pozo durante 4 días y después asesinados, julio de 1938: CP.
+ 5 ejecutados en Valsaín (Segovia) el 31 de mayo de 1937: NG. Fueron fusilados por orden del polaco Zimbaluek: Pedro Corral, 2006 (PC).
+ 4 asesinó André Marty con su pistola: CP.
+ 4: 2 tenientes y dos sargentos: Ramón Salas Larrazábal, 1973.
+ 3 finlandeses fusilados en la playa de Tarragona el 20 de abril de 1938: CE. PC.
+ 3 alemanes fusilados en el sector de Vilaseca (Tarragona) en abril de 1938: Michael Seidman, 2003.
+ 3: un comisario político y dos soldados del Batallón Dabrowski fusilados en diciembre de 1936 al oeste de Madrid: JDB.
+ 2 italianos, un teniente y un sargento fusilados en Fuentes de Ebro (Zaragoza) en octubre de 1937: CP.
+ 2 británicos ejecutados en el frente de Teruel en el invierno de 1938: Fearghal McGarry, 1999.
+ 2 ingleses ejecutados en Teruel en enero de 1938: JDB.
+ 2 italianos fusilados en Escatrón (Zaragoza) en octubre de 1937: CP.
+ 2 franceses fusilados en Pozoblanco (Córdoba): JDB.
+ 2 franceses, uno de origen argelino, fusilados en Albacete a primeros de febrero de 1937 por violar a una niña después de la denuncia de una mujer ante las autoridades españolas: JMA.
+ 2 abatidos en junio de 1937 cuando intentaban robar un coche cerca del Hotel Gran Vía de Madrid: NG.
+ 2: en la retirada de Aragón fue ejecutado el intendente de la XIV Brigada, el rumano Voskoboinikoff y su adjunto también rumano: AC.
+ 2 italianos fusilados entre Rasquera y Benifallet (Tarragona) en julio de 1938: CP.
+ 2: un checo y un especialista ruso fusilados en la Cañada de Benatanduz (Teruel) el 11 de mayo de 1938: AC.
+ 2: un argelino y un estadounidense: AC.
+ Varios brigadistas muertos en una reyerta en la plaza del pueblo de Madrigueras (Albacete), entre ellos un danés, que fueron enterrados al lado de la pared de la iglesia: Caridad Serrano, 2003 (CS).
+ Del comandante italiano Vicenzo Bianco “Kriger” se sabe que asesinó a brigadistas, a uno que le reclamó un permiso le pegó un tiro en la cabeza: NG.
+ El carcelero francés Marcel Lantez, “La Hiena”, martirizó y asesino el 2 de julio de 1938 a un brigadista chino en la prisión de Castelldefels: CP. Se llamaba Sen Sen Semfley: Peter Huber y Michael Uhl, 2004. Alec Forssmann, 2013.
+ Un oficial belga fusilado en Madrid el 6 de noviembre de 1936: AC.
+ Un francés cosido a bayonetazos por sus compañeros: CE.
+ Ejecutado el comandante de una compañía del batallón Palafox de la XIII Brigada, se llamaba Ari y era estadounidense: Arno Lustiger, 2001.
+ En septiembre de 1937 en el frente de Aragón un teniente francés es detenido por el NKVD, es torturado y muere durante el interrogatorio: Karol Swierczewky, “Walter”, en Ronald Radosh, Mary R. Habeck y Grigory Sevostianov, 2002 (RHS).
+  Por orden de "Walter" fusilado un mayor en el frente de Aragón en marzo de 1938: RHS.
+ En Madrigueras (Albacete), un brigadista borracho y desnudo intentó abusar de una mujer, fue ejecutado en el cementerio y después le enterraron en un bancal: CS.
+ Por la zona de Cuasiermas, cerca de Pozo Rubio (Albacete), un brigadista que intentó entrar en una casa por la chimenea fue asesinado por el propietario: CS.
El comunista y brigadista francés Roger Codou tuvo la oportunidad de consultar un fichero con 2.000 informes de brigadistas y comprobó, que muchos de los brigadistas prisioneros en Castelldefels (Barcelona) en su expediente indicaba “muerto por hidrocución”: Stéphane Courtois. Jean-Louis Panné. El libro negro del comunismo. Madrid, 1998, p. 394; “muerto por hidrocución o por accidente”: Pierre Marqués. La Croix-Rouge pendant la guerra d’Espagne (1936-1939). Les Missionnaires de l’humanitaire. París, 2000, p. 434.
(La palabra “hidrocución” no existe en español, pero se entiende por hidrocución, a la parada repentina del corazón y de la respiración al entrar el cuerpo en contacto con el agua fría).

En el citado informe alto secreto del camarada Gómez; es decir, el alemán Wilhelm Zeisser, agente del GRU –el servicio de inteligencia militar soviético- y jefe de la base de Albacete, a 30 de abril de 1938 el total de los incorporados a las Brigadas era de 31.369: 15.992 disponibles, 5.062 heridos devueltos a sus casas, 4.575 muertos y desaparecidos, y el apartado denominado “diferencia”: 5.740, era el total que incluía a los desertores, encarcelados y a los ejecutados: España traicionada, pp. 511 y 549.
“El americano Sandor Voros, comisario en la XV Brigada, escribe: “El terror cunde en las Brigadas Internacionales. Para detener la ofensiva fascista necesitamos aviación, artillería, tanques blindados, transporte, oficiales preparados, suboficiales y combatientes. Los líderes del Kremlin piensan de otra forma; aunque nos proporcionan material, confían sobre todo en el terror. Oficiales y soldados son implacablemente ejecutados siguiendo sus órdenes. El número de víctimas es particularmente elevado entre los polacos, eslavos, alemanes y húngaros, sobre todo entre los que vinieron a España desde Moscú. Son ejecuciones sumarias que el SIM lleva a cabo en secreto en la mayoría de los casos”. Este testimonio de detenciones y ejecuciones masivas de miembros de las Brigadas Internacionales ha sido corroborado por Carlo Penchienati, ex comandante de la Brigada Garibaldi, según el cual “la “cheka” funcionaba a pleno rendimiento” en aquella época”: Burnett Bolloten. La Guerra Civil española: Revolución y contrarrevolución. Madrid, 1997, p. 860.Ejecutados que en ocasiones se computaban como muertos en combate, como el caso de Hans Beimler, Louis Schuster, John Cornford, Albert Wallach, Blagoje Parovic´ o el de Erich Frommelt, condenado a muerte acusado de deserción y ejecutado, pero oficialmente figuraba como muerto en la batalla de Teruel: El libro negro del comunismo, p. 394.“La prisión de las Brigadas Internacionales estaba situada a unas seis millas de Albacete, cerca de Chinchilla. A primeros de mayo de 1937 el número de presos ascendía ya a doscientos, la mayoría de ellos franceses. Cada noche, algunos de ellos eran sacados de sus calabozos; los que se quedaban no sabían nunca si les habían fusilado, enviado al frente, dejado en libertad o devuelto a su país. (Un medio favorito de ejecución era enviar a un hombre al frente y matarle por la espalda; su “muerte en combate” estimulaba los sentimientos antifascistas de sus amigos y parientes)”: Cecil Eby, p. 175.
Otra forma de ejecución encubierta consistía en situar a los desertores detenidos en las posiciones del frente de máximo riesgo, donde no existían posibilidades de salir con vida, como fue el caso de los británicos Patrick Glacken y Bert Overton: Richard Baxell. British volunteers in the Spanish Civil War. Londres y Nueva York, 2004, p. 140 llamada 79 y pp. 141 y 142.En un informe alto secreto de Wilhelm Zeisser de fecha 26 de julio de 1938 afirma: “Las feroces batallas de julio en Brunete, en la que participaron casi todas las unidades internacionales, debilitaron en cierto modo la moral de las fuerzas. Esto, añadido a la labor de zapa sistemática de la quinta columna, dio lugar a que –a finales de julio o comienzos de agosto- Albacete se viera invadido por gran número de elementos más o menos desmoralizadores que habían abandonado sus unidades. El peligro que nos amenazaba era que las unidades internacionales se desintegraran si no conseguíamos controlar el fenómeno a tiempo.
Como medida urgente se organizó un campo de concentración para los elementos indicados en el párrafo anterior (campo Lukask). Entre el 1 de agosto y octubre pasaron por ese campo cuatro mil hombres. Con la ayuda de un intenso trabajo político y militar conseguimos en dos o tres meses reenviar al 80 por ciento de esos hombres a sus unidades en el frente como buenos soldados antifascistas”: España traicionada, pp. 545 y 546. El destino de ese 20 por ciento de malos soldados antifascistas pasaría al apartado denominado “diferencia”; es decir, encarcelados y ejecutados.
El brigadista Andreu Castells a este respecto escribe: “Además de los fusilamientos sumarios, los medios de que André Marty dispuso para depurar a los interbrigadistas fueron los campos de reeducación, las compañías de pioneros y de castigo y las prisiones.
Las compañías de pioneros y de castigo fueron empleadas en los frentes más duros y en los días más aciagos. A menudo, en la retaguardia de estas unidades, formaban compañías encuadradas por hombres de confianza, adiestrados por el coronel Morandi y cuya misión era impedir el retroceso de los pioneros, si era necesario mediante una barrera de fuego.
En algunos momentos los campos de concentración y las prisiones quedaban demasiado atiborradas de detenidos; entonces, para descongestionar, se prometía la libertad a los presos que combatiesen, durante un cierto periodo, en primera línea. Así se hacía lugar para nuevos detenidos. En las compañías de Pioneros los supervivientes eran escasos”: Las Brigadas Internacionales de la Guerra en España. Barcelona, 1974, pp. 258 y 259.“Un testimonio típico ante el Comité Dies fue el de Alvin I. Halpern, desertor del Batallón Lincoln reclutado en el cuartel general del Partido Comunista en la Essex Street, marchó a España en junio de 1937, en el bien entendido de que podría regresar después de seis meses de servicio. Su pasaporte fue confiscado en Albacete y nunca más volvió a verlo. Dijo que si un voluntario protestaba contra la política del Batallón le tildaban de “provocador fascista” y le enviaban a un campo de detención, donde le “liquidaban”. El no había presenciado nunca una ejecución, pero había visto cómo enviaban a los indeseables a batallones de trabajo y los situaban en tierra de nadie para que el enemigo acabase con ellos. Cuando las autoridades del batallón se negaron a repatriarle después de seis meses de servicio, decidió escapar.
En España, los consulados eran vigilados estrechamente por agentes del SIM, los cuales detenían a los desertores a la sombra de la bandera norteamericana que ondeaba en sus balcones.
El jefe de la prisión de Castelldefels desde abril de 1938 a enero de 1939, el norteamericano Tony Agostino, con sus esbirros rastreaban Barcelona en busca de desertores”: Cecil Eby, pp. 363 a 368.
(En lo referente a formar barreras de fuego en la retaguardia para frenar o liquidar a los que retrocediesen, no era algo exclusivo de las Brigadas Internacionales. "El día 1 de junio (de 1937) el general Walter recibió la orden tajante de conquistar Valsaín y La Granja y conservar Cabeza Grande (Segovia). A mediodía, la LXIX (Brigada mixta) se retiró de Cabeza Grande. La noticia produjo desasosiego en el P.C. del general Walter, el cual volvió a estallar en cólera, ordenando la aplicación de procedimientos coercitivos: ametrallamientos a los que se retirasen, fusilamientos sobre el terreno, apaleamientos de milicianos dispersos…”: Andreu Castells, pp. 216 y 217. En la batalla de Brunete (Madrid), “los días 24, 25 y 26 de julio (de 1937) fueron jornadas cruentas para el ejército de la República, que acusó unos 15.000 muertos. La desmoralización de los gubernamentales fue tan impresionante que las desbandadas se producían con harta facilidad. Se llegó a emplazar tanques en segunda línea para detener con los disparos de sus ametralladoras, a los fugitivos”: Andreu Castells, p. 246. En Brunete en julio de 1937 “la división de Líster se desmoronó y huyó. Se han aplicado las más duras medidas represivas. El 24 de julio fueron fusilados unos 400 de entre los que habían huido”: Informe de G. Stern, 8 de octubre de 1937, RGVA, 35082/1/21, p. 12, en Antony Beevor. La Guerra Civil española. Barcelona, 2005, pp. 419 y 735. (Debería decir: Informe de G(rigori) Shtern, 8 de octubre de 1937, RGVA, f. 35082, I. 1. A. 21, p. 12).
El cónsul de Noruega en Madrid, el alemán Félix Schlayer Gratwohl cuenta como un día en el pueblo toledano de Olías del Rey, se encontró “sentados en la cuneta a un buen número de Guardias de Asalto. Dos de aquellos guardias se acercaron y nos saludaron con alegría: habían estado durante mucho tiempo encargados de custodiar nuestra Legación. Les preguntamos: “Pero ¿qué hacéis tan lejos del pueblo y del enemigo?”. “Cuando se arma la marimorena ahí delante –nos contestaron- nos envían a estos campos para que disparemos contra nuestros chicos, que enseguida empiezan a retirarse”: Matanzas en el Madrid Republicano. Paseos, checas, Paracuellos… Barcelona, 2006, p. 196.
En el comunista Quinto Regimiento una de las normas de la Compañía de Acero era: “Si mi camarada avanza o retrocede sin órdenes, tengo derecho a disparar sobre él”: Burnett Bolloten, p. 434).

Los principales responsables de las ejecuciones y asesinatos en las Brigadas Internacionales fueron entre otros: Luigi Longo, Emil Copic, Vladimir Copic, Rudolf Frei, Moritz Bressler, Wilhelm Zeisser, Alexander Orlov, Erno Gerö, Emilio Kléber, Karol Swierczewky, Richard Staimer, Walter Ulbricht, Enrich Mielke, Zimbaluek, Otto Flatter, Georg Scheyer, Marcel Lantez, Vital Gayman, Martino Martini, Richard Ruegger, Vicenzo Bianco, Vittorio Vidali, Emilio Suardi, Alfred Herz o George Mink, Herman o Alexander Petrovich Ulanovsky, Palmiro Togliatti y Josip Broz “Tito”. En cuanto a André Marty y su famoso texto de las casi 500 ejecuciones será tratado en el tema: "El texto de las 500 ejecuciones ordenadas por André Marty "El Miguelito de Albacete". Según una investigación de Peter Huber y Michael Uhl: Die Internationalen Brigaden. Ebre 38. Barcelona, 2004, pp. 11 a 34, André Marty cargaba con la fama del “Carnicero de Albacete”; pero hubo también otros responsables menos conocidos que trabajaban para el SIM, y dan una lista con su misión, nombres y apellidos.

Para los partidarios del Frente Popular, los amigos de los luchadores por la libertad la democracia y el progreso -según la praxis comunista, claro-, este es un tema que no les interesa tratar, o lo ignoran, o lo despachan con cuatro nombres para que no digan; o se apuntan a los no más de 50 ejecutados, máximo dado por el brigadista Jacques Delperrié de Bayac; que se trata de una exageración y afirman que en las Brigadas no hubo tantas ejecuciones como algunos dicen, que no hay pruebas, o que los autores que las denunciaron no eran de fiar.
Así por ejemplo, al italiano Carlo Penchienati comandante de la Brigada Garibaldi en un informe alto secreto con fecha 14 de diciembre de 1937, se le describe como un “comandante que no estaba afiliado a ningún partido”, y que “había hecho un buen trabajo en el puesto que se le había encomendado”: España traicionada, p. 422. Era un buen antifascista hasta que rompió diez años de silencio, harto de que en su país los comunistas dieran lecciones de libertad y democracia, precisamente ellos. De ser un buen antifascista pasó a ser “un perro”, según sentencia Jean-Paul Sartre en 1952: “¡ Todo anticomunista es un perro!”.
Del brigadista belga capitán Nick Gillain, degradado en diciembre de 1937 por supuestamente cometer irregularidades en la contabilidad de la intendencia de las Brigadas, y como además en la Segunda Guerra Mundial luchó en favor de Alemania, su testimonio sobre las ejecuciones de los brigadistas no cuenta.
Tampoco cuenta el testimonio del socialista y gobernador del Frente Popular en Albacete, Justo Martínez Amutio, del que se ha escrito que era un socialista de derechas.
Del anarquista y brigadista Andreu Castells, que con todos sus errores ha elaborado hasta el momento la mejor historia sobre las Brigadas Internacionales, un funcionario que medró durante el franquismo afirma que su obra está superada, superada por la propaganda de un francés mentiroso y bolchevique, y eso no es un insulto, porque según su propia confesión es partidario de los bolcheviques y del Frente Popular.
En cuanto a la obra “España traicionada” resulta muy molesta, y “El libro negro del comunismo” detestable, para esos que se autodefinen como progresistas de izquierdas o bolcheviques comunistas, que es lo mismo; es decir, los sectarios partidarios de vivir como dioses y que los demás vivamos como sus esclavos.

Finalizada la Guerra Civil española la mitad de los brigadistas pudieron regresar a sus casas. De la otra mitad, cerca de 600 permanecían presos en España y mediante canjes y acuerdos casi todos recobrarían la libertad, y 6.000 seguían en los campos franceses para refugiados.
Existe un documento en el Archivo Nacional Ruso de Historia Sociopolítica (RGASPI, f. 495, op. 76, del 22, ll. 36-39) citado por Daniel Kowalsky: La Unión Soviética y las Brigadas Internacionales. Ayer. Madrid, 2004, pp. 118 y 119 . Se trata de una carta con fecha 26 de agosto de 1939 que los dirigentes de la Internacional Comunista, Georgi Dimitrov y Dimitri Manuilski dirigen a Stalin. En la carta le cuentan que todavía existen en los campos franceses para refugiados, “6.011 brigadistas de 15 nacionalidades”, y que “un grupo de 3.500 brigadistas ningún gobierno quiere aceptarlos”, por eso le piden a Stalin, que por favor “permita que entren en la URSS 3.000 ó 3.500”; eso sí, después que hayan pasado “un minucioso examen”.
Los brigadistas procedentes de los países comunistas cuando regresaron a sus casas tuvieron un gran recibimiento; en gran medida lo mismo ocurrió con los franceses, estadounidenses y británicos, hasta que la policía pudo comprobar en el caso de los estadounidenses -“caza de brujas” aparte- que algunos ponían la fidelidad a Stalin por encima de su patria, llegando a servir como espías en favor de la Unión Soviética y en contra de su propia nación.
En Canadá los brigadistas fueron marginados, y en Suiza se les abrió ficha policial y fueron encarcelados por ser considerados sujetos sospechosos.
Después de la Segunda Guerra Mundial y con un Stalin dueño de una de las tres sillas que daban derecho a repartirse el mundo, antiguos brigadistas de los países satélites de la URSS que habían sobrevivido a las purgas internas y a la Guerra Mundial, pasaron a ocupar los más altos puestos en sus naciones. Dicen los brigadistas y sus amigos propagandistas que a España vinieron “a luchar contra el fascismo y por la libertad”: lo primero es verdadero lo segundo es falso. Esos antiguos “luchadores por la libertad” practicaron sus clases de libertad en Hungría, Checoslovaquia, Bulgaria, Polonia, Rumanía, Yugoslavia y en la dividida Alemania, allí donde se hicieron con el poder impusieron su libertad, que no era otra cosa que mediante el terror someter a su pueblo a Moscú. Que no nos cuenten cuentos los mercenarios de la mentira, los subvencionados y vividores de la desmemoria histórica: el cuento dorado de las Brigadas Internacionales queda destruido con la histórica realidad del Muro de Berlín y los países del Telón de Acero.
En la llamada Alemania Democrática antiguos dirigentes brigadistas ocuparon el gobierno de la nación y fueron ellos, los luchadores por la libertad los que permitieron el Muro de Berlín y los mejores y más fieles lacayos de la URSS. No es casualidad que el asesino jefe del NKVD en España, el soviético Alexander Orlov, confesase que eligió para su escolta personal “entre los hombres de la sección alemana de la Brigada Internacional a diez fieles comunistas”. Si por algo destacaron los alemanes fue por su fidelidad fanática: al austriaco Hitler o al soviético Stalin. Fueron los fanáticos comunistas alemanes los que universalizaron el saludo con el puño cerrado; y como no podía ser de otra forma, sus fanáticos enemigos los nazis alemanes universalizaron el saludo “a la romana”. Saludo “a la romana” que era una tradición en los Estados Unidos desde 1892, y que allí era conocido como “saludo Bellamy”, un saludo simbólico con el que rendían honores y respeto a su bandera, y que tuvo que ser sustituido en 1942 para evitar equívocos por el saludo de la mano al corazón.

Las Brigadas Internacionales vinieron a España respondiendo a la llamada que hizo Stalin por medio de la Internacional Comunista, eran los guerreros hoceros y martilladores del comunismo, por eso vinieron a luchar por Stalin y por la Patria del proletariado no por la República, vinieron a luchar por el comunismo y no por la libertad: eso es la verdad histórica y el negarla es mentir y de paso intentar vivir del cuento.
Pero a decir verdad no todos fueron a la Guerra a la llamada comunista o para luchar por unos ideales, algunos lo hicieron simplemente por el dinero. Según el corresponsal estadounidense Edward Knoblaugh, p. 172, en Valencia conoció "a Bert Acosta, Freddy Lord, Eddie Semons, Eddie Schneider, Gordon Barry y muchos otros pilotos norteamericanos. Eran una pandilla alegre y despreocupada, y no ocultaban el hecho de que se habían enrolado sólo por las atractivas ofertas de dinero. No tenían ningún interés político en el asunto".
William Herrick estadounidense y comunista que luchó en la XV Brigada Internacional confesaba en febrero de 1986 a Burnett Bolloten: “Cuando fui a España no tenía ninguna fe en la democracia burguesa; para mí la línea del partido sobre la democracia sólo era una táctica, una maniobra, que, como esperábamos todos nosotros, debía llevar al poder al Partido Comunista. Todos los voluntarios americanos que yo conocía, excepto quizá uno o dos, creían como yo que el Frente Popular, el lema de la democracia, era meramente una estrategia que ayudaría al Partido Comunista a tomar el poder… Los veteranos de la Brigada Abraham Lincoln han estado mintiendo sobre esto durante casi cincuenta años”: La Guerra Civil española: Revolución y contrarrevolución, p. 464.
“El 23 de agosto de 1939 llegó el pacto Hitler-Stalin, que para muchos comunistas norteamericanos significó el comienzo de su alejamiento de Moscú. (…) el partido ordenaba a sus miembros que apoyaran el slogan: “Mantened a América al Margen de una Guerra Imperialista”. La nueva política parecía mofarse de todos aquellos que habían firmado “antifascista” en sus cartillas militares en Albacete. En la política del Comintern había un zigzagueo que la mayoría de veteranos Lincolns no podían seguir. Uno de ellos, un obrero perteneciente a un sindicato de Nueva York dominado por los comunistas, fue expulsado cuando se negó a firmar un “juramento de lealtad”, en otras palabras, la obligación de apoyar el espíritu del pacto. En su calidad de judío, consideraba que hacer tratos con Hitler era inmoral, además de demencial. En abierta rebeldía, paseó una pancarta a través del Garment District: AYER HEROE DE LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA HOY VICTIMA DEL PACTO STALIN-HITLER. Un grupo “especial” se reunió a su alrededor para insultarle y escupirle. Ensalzando poco antes como un enemigo del fascismo, ahora se había convertido en un “enemigo del pueblo”.
Como era de esperar, los VALB (Veteranos de la Brigada Abraham Lincoln) fueron rigurosamente pacifistas durante la vigencia del pacto Hitler-Stalin, pero cuando Hitler invadió la Unión Soviética en junio de 1941, volvió a despertarse en ellos el antifascismo militante.
Finalmente, en 1953, en virtud del Acta McCarran, que exigía el registro de las organizaciones comunistas, el Fiscal General atendió una petición de la Comisión de Control de las Actividades Subversivas y ordenó a los VALB cumplieran con la ley. El caso se prolongó por espacio de dos años y requirió 4.576 folios de actuaciones y 306 documentos probatorios. Las evidencias son concluyentes: demuestran que los VALB siguieron fielmente la línea del Kremlin durante un período de quince años y que la mayoría de sus dirigentes eran miembros del partido comunista”: Cecil Eby, pp. 420 a 424.
Algunos excombatientes desengañados abandonaron el comunismo, ese fue el caso de William Herrick, Morris Maken (su verdadero apellido era Mickenberg), Robert Gladnick y Aníbal (Humberto) Galleani, que se hacían llamar “Excombatientes Anti-Totalitarios de las Brigadas Internacionales”, por lo que fueron expulsados de los VALB: Peter N. Carroll. La odisea de la brigada Abraham Lincoln. Sevilla, 2005, pp. 304 y ss.
“Por desgracia, para contrarrestar los ataques de desertores, muchos “duros” del Batallón Lincoln se excedían en sus relaciones. Se habían acostumbrado a una interpretación unidimensional de su experiencia española. Enterraron dentro de sí mismos los detalles que podían empañar la causa del Partido o de la República. Con el tiempo, la lealtad se convirtió en una virtud más valiosa que la verdad. Y lo lamentable era que muchos hombres estaban dispuestos a aceptar cínicas alteraciones de la verdad simplemente porque, al hacerlo, reafirmaban su lealtad”: Cecil Eby, pp. 366 y 367.Las Brigadas Internacionales como verdaderos comunistas se pusieron al servicio de Stalin, y como muy bien definió el cardenal Joseph Ratzinger en Toledo en 1989: “La represión de la libertad por el sistema marxista no es una deformación del pensamiento, sino su aplicación lógica”: Alfa y Omega. Madrid, 28 de abril de 2005, p.40.El presidente de Chile y socialista Salvador Allende Gossens, en una reunión con un grupo de periodistas entre los que se encontraba el español Ramón Pi, afirmó: “Los periodistas –los historiadores ni nadie, digo yo- no deben servir a la verdad sino a la revolución”.
Por si a alguien le queda todavía alguna duda, tome nota a lo escrito y publicado en 2003 por el brigadista mejicano Juan Miguel de Mora Vaquerizo: “Cuando cierto tipo de escribientes de historia trata de las B.I., todo su interés se concentra en indagar hasta dónde llegó en el asunto la mano de Stalin. Sé que hubo deserciones en las Brigadas, sé que hubo fusilamientos y problemas, pero yo sólo conviví con gente que había ido allí a morir por la República, es decir, por la libertad. Hoy, seis décadas más tarde, el gobierno de Israel ha perdido la luz, la razón y los sentimientos que motivaron a los judíos de las Brigadas. Los que quieren exterminar a los palestinos no son de aquellos. Son otros judíos”: Cota 666. México, 2003, pp. 41, 55 y 66.
CONFESIÓN DE UN ANTIGUO COMBATIENTE DE LAS BRIGADAS INTERNACIONALES
Figuró en un piquete de ejecución de un grupo de voluntarios catalanes en Quinto y hoy proclama la grandeza de la fe por la que murieron aquellos: http://hemeroteca.lavanguardia.com/preview/1966/12/13/pagina-48/32664919/pdf.html

Finalizado ya este trabajo, hoy 26 de noviembre de 2010, el Parlamento de Rusia reconoce la culpabilidad de Stalin al ordenar la masacre de miles de militares polacos en Katyn. Los vividores de la desmemoria histórica pueden seguir tranquilos porque ni aquí ni allí semejante cosa va a suceder: aquí el PSOE comenzó la Guerra Civil en 1934 y el Gobierno de la República “declaró el Estado de Guerra”, y allí el Parlamento Europeo condena a Franco.
Alguien podrá afirmar que la condena del Parlamento Europeo fue a un Régimen dictatorial que duró 35 años, cierto; pero si el PSOE no hubiese lanzado la Guerra Civil en octubre de 1934 no habría existido un abril de 1939: quien ignora o no quiere condenar el principio carece de legitimidad para condenar el final y sus consecuencias.
Y además, ¿sabían los parlamentarios europeos qué se proponían los socialistas si ganaban la Guerra? Pues según el jefe del Frente Popular, el socialista prosoviético Juan Negrín López, tan socialista como los que llevaron al Parlamento Europeo la propuesta de condena al Régimen de Franco: “No cabe un regreso al viejo parlamentarismo. Sería imposible permitir el “libre juego” de los partidos tal como existían antes, ya que en ese caso la derecha podría forzar de nuevo su acceso al poder. Eso significa que se precisa, o bien una organización política unificada, o una dictadura militar”: España traicionada, p. 584.
Para que el lector pueda seguir completando este trabajo, le remito a la monumental e incomparable labor de Fernando Rodríguez de la Torre: Bibliografía de las Brigadas Internacionales y de la participación de extranjeros a favor de la República (1936-1939). Albacete, 2006. Se puede decir que están hasta ese año, casi todos los libros editados en el mundo sobre las Brigadas Internacionales: 2.317. El autor no se limita a la ficha y reseña de cada libro, sino que trata de presentarlo lo más completo posible, e incluso con amplia crítica a determinados autores.

Una nota aclaratoria fuera de texto pero en su contexto:
Que el derechista José María Aznar López en enero de 1996 rindiese honores y concediese la nacionalidad española a los supervivientes de las Brigadas Internacionales, no pasa de ser otro acto más de ese abyecto sujeto. Ese mismo sujeto fue el que dijo que había que “pasar página” y no quiso investigar el atentado del que fue objeto y en el que murió una española: El Mundo, 25 de abril de 1995 ; ni le resultó sospechoso el chivatazo del Gobierno socialista a ETA para que no fuera detenida su dirección un mes antes del atentado: El Mundo, 16 de agosto de 1995; ni le extrañó la negligencia y pasividad del Gobierno socialista antes y después del atentado: El País, 22 de abril de 1995, p. 15. El Mundo, 19 y 21 de abril de 1995; en definitiva, que no quiso saber nada de por qué querían asesinarle a él y no a “Mister X” responsable máximo del GAL, y no vale eso de la ilógica del terrorismo: a otro tonto con esa bobada. Es el mismo sujeto que intentó llegar a una negociación con la banda asesina de izquierda y secesionista ETA, a la que llamó “Movimiento Vasco de Liberación”: El Mundo, 5 de noviembre de 1998. El mismo que respaldaba las palabras de su secretario de Estado para la Seguridad, Ricardo Martí Fluxá –no por casualidad había dejado su puesto de jefe de protocolo de Juan Carlos Borbón Borbón para llevar la negociación- cuando afirmaba “que el problema de ETA terminará “sin vencedores ni vencidos” al final de un “largo proceso”, y que el Gobierno no busca una “rendición total” de ETA”: El Mundo, 28 de noviembre de 1997. (Adición: La ex dirigente del PP vasco María San Gil ha afirmado, que la declaración del entonces presidente del Gobierno de España, José María Aznar López llamando a ETA “Movimiento Vasco de Liberación fue un lapsus de Aznar”: Entrevistada por Periodista Digital el 13 de junio de 2011. Siempre creí que María era una buena persona; pero además ahora ha demostrado que es también una tonta útil). El mismo sujeto que retomó la guerra de Iraq emprendida por otro abyecto sujeto, el izquierdista Felipe González Márquez, “ Mister X”, que tuvo la desalmada acción de enviar tropas de remplazo: “los soldados del amor”. El mismo sujeto que ni quiso antes ni quiere ahora investigar el 11-M, no quiere saber nada de los intocables que hurgaron en el nicho del policía Francisco Javier Torronteras Gadea, ni de los intocables que hicieron desaparecer cuatro trenes. En definitiva, al sujeto que entonces para seguir en el Poder pidió reconocimientos y honores para las Brigadas Internacionales, ahora sólo le interesa hacer abdominales, estudiar inglés y escribir e impartir clases de desmemoria a todo tonto que le preste atención.

Ángel Manuel González Fernández, noviembre de 2010.

Adición:
Hoy 24 de diciembre de 2010: “Bruselas se abstiene de juzgar la memoria histórica del Este de Europa”. El País.com, 24 de diciembre de 2010:
“La Comisión Europea ha rechazado una petición de Bulgaria, Hungría, Letonia, Lituania, República Checa y Rumanía, de sancionar la negación de los crímenes cometidos por el comunismo del mismo modo que en algunos países europeos es delito negar el Holocausto”. Faltaría más.
Maldita eres eso que se llamó España y maldita eres eso que se llamó Europa, espero y deseo que Dios os destruya cuanto antes, no sois más que la cloaca de Satanás.
Dicen que la Señora está sosteniendo el brazo del Hijo para que no caiga el castigo: ¡por favor Señora déjelo ya, que como ve no se pierde nada!

Adición:
Dios los cría y Satanás los junta:
“Premian a Baltasar Garzón. Recibirá el premio de Derechos Humanos de las Brigadas Internacionales el 14 de mayo en Nueva York, informó un comunicado de los Archivos de la Brigada Abraham Lincoln”: es-us.noticias.yahoo.com, 19 de abril de 2011.

Adición:
ABC.es, 22 de octubre de 2011: “El Juzgado Contencioso Administrativo número 22 de Madrid ha dictado esta semana un auto mediante el cual pide al rector de la Universidad Complutense de Madrid, José Carrillo [hijo de Santiago Carrillo Solares], que explique por qué va a instalar en la Ciudad Universitaria el monumento en homenaje a las Brigadas Internacionales que será inaugurado este sábado. La denuncia fue presentada por un particular al considerar que el rector quería “instalarlo sin los permisos, garantías y autorizaciones exigidas a todo ciudadano y que él quiere obviar, (…) y que no hay nada que celebrar, y menos en un espacio público dedicado a la educación”. Además, mostraba su indignación por honrar “ a unas brigadas que fueron creadas y gestadas por el mayor genocida de la historia de la humanidad, Stalin, y que participó activamente en la Guerra Civil”. Carrillo respondió: “No entiendo por qué este tema levanta tanta polvareda. Se trata de un monumento “normal” que conmemora el 75 aniversario de la creación de las Brigadas Internacionales que defendieron durante la Guerra Civil al, entonces, legítimo gobierno de la República”. El País.com, 22 de octubre de 2011: “José Carillo: “Queremos que el ejemplo de las Brigadas sea un ejemplo para las nuevas generaciones, que aquí es por donde pasan a diario”.
Aunque sobran las palabras y en vista que parece que tenemos dinero para monumentos, propondría crear un monumento en cada aldea, pueblo y ciudad de esto que dicen que se llama España: “A las Brigadas Internacionales que lucharon y dieron su vida para que España fuera una República Democrática Comunista”.

Adición:
Público.es, 11 de abril de 2012: Declarada "nula" la instalación del monumento a las Brigadas Internacionales en la Complutense "El juzgado contencioso-administrativo número 22 de Madrid ha declarado "nula de pleno derecho" la instalación del monumento a las Brigadas Internacionales, situado en el campus de la Universidad Complutense de Madrid. "La Universidad ha procedido a realizar la instalación de un monumento en suelo de dominio público universitario, prescindiendo por completo de cualquier procedimiento urbanístico que ampare dicha instalación, que tendiera a controlar sus condiciones. Se ha atribuido un poder, una potestad administrativa, que no le corresponde y de la que legalmente carece", detalla la sentencia. Fuentes del Rectorado de la Universidad, aseguran que (...) "la decisión del juzgado no implica necesariamente que haya que retirar el monumento".
El artículo va acompañado de una foto en la que se ve a cuatro hombres mayores posando ante el monumento, y tres de ellos levantan el brazo con el puño cerrado.
Como durante la Guerra Civil española los que luego serían mis padres eran unos críos que tuvieron la suerte de vivir en un pueblo donde no pasaron hambre ni penalidades, ni vivieron ajustes de cuentas ni vieron una gota de sangre, puedo decir sin complejos lo siguiente.
Lo primero que tengo que recordar a los lectores, es que el Rector de la Universidad es el hijo de un criminal socialista y luego comunista llamado Santiago Carrillo Solares. Este sujeto comenzó a tener responsabilidades de sangre siendo secretario general de las Juventudes Socialistas en el año 1933; que las siguió teniendo al comienzo de la Guerra en octubre de 1934 y como comunista al final de la misma en abril de 1939; que su responsabilidad criminal llega hasta los años sesenta, cuando siendo uno de los máximos dirigente del PCE ordenaba las ejecuciones de exiliados, maquis y comunistas, o pasaba el chivatazo a la policía franquista, como en el caso entre otros muchos del comunista Joaquín Grimau García fusilado en abril de 1962. Algunos de ustedes se podrán preguntar que cómo es posible que este criminal siga viviendo tranquilamente entre nosotros y haciendo alarde de su comunismo, muy sencillo, es comunista y no hay pruebas de que ordenase asesinar a ningún sionista.
En cuanto a las Brigadas Internacionales ya lo he dicho y demostrado, la mayoría no eran más que totalitarios de izquierdas, prosoviéticos hasta la médula que querían implantar el comunismo en el Mundo y en España, por eso vinieron a luchar y por eso eran capaces hasta de traicionar a su propia nación, y como demuestra la foto del artículo con ese totalitario ideal morirán. Entonces dónde está esa simpatía demagógica por las Brigadas, cuál es su gracia... Pues su gracia es que lucharon contra su otro yo; es decir, que lucharon contra el nazismo y contra el fascismo. Bonita conclusión si seguimos esa argumentación, pues la gracia del nazismo y del fascismo estaría en que lucharon contra el comunismo, por lo que también habría que hacerles monumentos: imposible, porque además de ser los perdedores de la II Guerra Mundial la clave está en que fueron antisionistas. (También las Brigadas Internacionales formaron parte de los perdedores de la Guerra Civil española, "¡No pasarán!", lo han repetido tantas veces y lo siguen repitiendo como un mantra que hasta se lo han creído, e incluso lo han implantado como un dogma de fe: esa es la razón y el verdadero comunismo, hacer de la mentira verdad, vamos, que son unos hijos de Satanás).
Hoy día se siguen haciendo monumentos a los comunistas y si han luchado con ellos sionistas con mayor razón, y también se hacen monumentos en memoria del Holocausto, como si sólo ese hubiese sido el único que ha existido y que existirá. Y es que el sionismo pase lo que pase y con la ayuda de sus poderosos valedores tiene que quedar como la única víctima de la Humanidad.
Última confesión: no soy antijudío, y no puedo serlo por DOS PODEROSÍSIMAS RAZONES; y además "estaba escrito" y no precisamente en el viento.

Adición:
BRIGADAS INTERNACIONALES PARA DEFENDER  A LA REPÚBLICA DEMOCRÁTICA... DE COREA DEL NORTE
Alejandro Cao de Benós de Les y Pérez (http://www.alejandrocaodebenos.com/blog/) es un descendiente de la aristocracia española, comunista y nacionalizado norcoreano, que ha iniciado una campaña internacional para reclutar voluntarios dispuestos a "unirse a la Brigada Internacional para la defensa de la República Democrática Popular de Corea". Por el momento hay 435 alistados, entre ellos jóvenes comunistas españoles: El Confidencial Digital.com, 2 de abril de 2013: http://www.elconfidencialdigital.com/defensa/082587/cao-de-benos-representante-de-corea-del-norte-en-el-mundo-esta-reclutando-una-brigada-internacional-con-espanoles-para-defender-el-pais-ya-ha-alistado-a-435-voluntarios

Adición:
LA MENTIRA Y LA PROPAGANDA QUE NO DESAPARECE
El coronel soviético Xanti homenajeado en España por su lucha en la guerra civil
“El coronel Xanti viajó a España como voluntario para luchar por la república”:
http://mundo.sputniknews.com/espana/20150216/1034395628.html

Adición:
COMO DIRÍA UN ANDALUZ: “¡HAY ESPAÑOLES PA TO…!
Aviadores españoles de la “División Azul” de la OTAN contra el gobierno de Moscú en el Báltico: 
http://www.republica.com/el-viejo-canon/2015/01/08/2015-un-ano-critico-para-el-este-europeo/#
Y “Brigadas Internacionales” españoles  a favor del gobierno  de Moscú en Ucrania:
http://www.europapress.es/nacional/noticia-espanoles-prorrusos-ucrania-declararon-entrevista-deseo-emular-brigadas-internacionales-20150227101940.html

Adición:
Alfonso López Borgoñoz. Las Brigadas Internacionales en Castelldefels. Ayuntamiento de Castelldefels, 2015:
http://www.grehic.org/pdf/libros/brigadas-internacionales-castelldefels.pdf

Adición:
28 de febrero del 2022:
Unas Brigadas Internacionales para Ucrania: Zelenski pide voluntarios extranjeros.
La gente interesada en ayudar a las fuerzas ucranianas debe contactar al responsable de Defensa de la Embajada de Ucrania en su país.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, hizo un llamamiento a las personas de todo el mundo para que se unan a la guerra contra Rusia. "Cualquiera que quiera unirse a la defensa ucraniana, europea y mundial puede venir y luchar para Ucrania contra los criminales de guerra rusos":
Serán pocos los comunistas de la Brigada Internacional que queden vivos, pero si leen esta noticia no quedará ni uno.







martes, 1 de febrero de 2011

EL ASESINATO DEL COMUNISTA Y BRIGADISTA ALEMÁN HANS BEIMLER

“El diputado comunista alemán Hans Beimler había conseguido evadirse de Dachau matando a un miembro de las SS, y una vez en España, había participado en la organización del batallón Thaelmann. Le mataron el 1 de diciembre de 1936. Gustav Regler afirmó que Beimler había sido víctima de una bala franquista. Versión desmentida por Antonia Stern, la novia de Beimler, a la que requisaron todos sus documentos y expulsaron de España: sostenía que Beimler había criticado el primer proceso de Moscú y además había iniciado relaciones con los antiguos dirigentes del KPD Arkadi Maslow y Rut Fischer, que dirigían un grupo opositor en París”: Stéphane Coutois y Jean-Louis Panné. El libro negro del comunismo. Crímenes, terror y represión. Madrid, 1998, p. 395.

El bolchevique y mentiroso encubridor Rémi Skoutelsky no podía dejar eso así, y como se ha demostrado en anteriores escritos, intenta borrar las huellas de los crímenes cometidos en las Brigadas Internacionales, y para ello aporta el confuso y contradictorio testimonio del brigadista búlgaro César Covo:
“Reconocimos la silueta de Hans, el comandante del batallón Thaelmann [se trata de Richard Staimler] y también otro más bajo, achaparrado, que era su adjunto. Acompañaban con deferencia a un hombre de edad madura tan alto como Hans, con un pequeño bigote raso, que llevaba una especie de gorra militar con cubreorejas. Caminaban juntos, tranquilos, hablando animadamente. Entre nosotros cundía el estupor. ¿Qué estaban haciendo ésos ahí? Intentamos avisarles agitando los brazos y gritando cada uno en su idioma. Los franceses les echaron broncas. Pero ellos, absortos en su debate, continuaban pasando revista al sector. En un momento dado se dieron cuenta de nuestra efervescencia e imaginando que eran signos de amistad, nos respondieron con la mano. Si un solo disparo hubiera sonado… pero no: les dejaron acercarse y cuando llegaron al lugar correcto sonó un primer disparo, seguido de muchos otros. Desde el primer tiro, el hombre que llevaba la gorra militar se estremeció, cruzó los brazos sobre el pecho gritando repetidamente: “¡Rot front! ¡Rot front! (Frente rojo, eslogan del Partido Comunista Alemán). Hans Beimler acababa de ser abatido. Théophile Rol, un enfermero del batallón, acudió a su auxilio, pero fue en vano”.
Eso es lo que afirma en la página 105 y en la página 349 da por cerrado el caso: “Varios amigos de Beimler acusaron al NKVD de haber eliminado a un militante que tenía amistades y pensamientos heterodoxos. No obstante, hay maneras más discretas de liquidar a un individuo que delante de varias decenas de testigos.
Por mi parte, el testimonio de César Covo cierra el debate. No se puede razonar utilizando un silogismo: Stalin tenía interés en hacer eliminar a tal individuo en España, ese individuo efectivamente fue asesinado, por lo tanto los matones del NKVD son los responsables de su muerte. La historia se basa ante todo en los hechos”: Novedad en el frente. Madrid, 2006.

Si alguien tenía alguna duda sobre el asesinato de Hans Beimler la duda queda despejada por lo que ha escrito el sujeto mentiroso, por lo mucho que ignora y por lo que no ha querido escribir:

1º. Dice el bolchevique mentiroso y encubridor, que “hay maneras más discretas de liquidar a un individuo que delante de decenas de testigos”. No se sabe si hubo decenas de testigos, pero los pocos que dicen serlo cada uno cuenta una historia diferente y contradictoria. Y precisamente el único testigo, el tercer hombre y ejecutor guardó siempre un significativo silencio y un año después del hecho regresó tranquilamente a su casa de Moscú.

2º. Bien el recuerdo del que dice ser testigo César Covo -nacido en Sofía en 1912 de nacionalidad francesa y que abandonó el Partido Comunista Francés en 1955-, o bien la transcripción de ese relato existen errores y contradicciones de principio a fin:
a). Según el testigo reconoció la silueta de Hans, al comandante del batallón y a otro que era bajo y achaparrado; es decir, en total tres personas.
b). Según el testigo, esas personas “acompañaban con deferencia a un hombre de edad madura tan alto como Hans”; es decir, que entonces eran cuatro personas, porque esa persona “de edad madura tan alto como Hans” obviamente no era Hans, pero tampoco podía ser Richard Staimer (el autor mentiroso para liarlo más le apellida Staimler) que era más joven y precisamente al mes siguiente cumplía 30 años 11 menos que Hans que tenía 41, y el bajo y achaparrado queda descartado.
c). La descripción que hace el testigo de la fisonomía y la gorra del “hombre de edad madura tan alto como Hans” es la identidad del mismo Hans Beimler, aunque el testigo insiste en afirmar que era “tan alto como Hans”.
d) Según el testigo ese “hombre de edad madura tan alto como Hans”, es decir, que no era Hans, “llevaba una especie de gorra militar con cubreorejas”, y fue precisamente ese hombre según el testigo: “Desde el primer tiro, el hombre que llevaba la gorra militar se estremeció cruzó los brazos sobre el pecho gritando rápidamente: ¡Rot front! ¡Rot front! Hans Beimler acababa de ser abatido”.
e) Según el testigo desde la distancia que estaban él y sus compañeros gritaban a los caminantes del frente y éstos no les oían, en cambio él sí oyó a una víctima gritar antes de caer: “¡Rot front! ¡Rot front!”.
f) Según la descripción de la escena que hace el testigo, el hombre que acababa de ser abatido y que entonces de repente se convierte en Hans Beimler recibió los impactos de bala de frente, cosa que como se verá está en contradicción con la trayectoria de entrada y salida que dejó la bala en la cabeza de Hans Beimler, según lo confirmado por los testigos que reconocieron su cadáver.
Afirma el bolchevique mentiroso y encubridor que la historia se basa en hechos, es cierto: tres hombres en el frente de batalla y uno de ellos es un agente del GRU, suenan unos disparos y dos hombres mueren y el que no recibe ni un rasguño es precisamente el agente del GRU: ¿silogismo?, ¿casualidad?, no, hechos.

3º. Existe otro que dice que fue testigo, se trata del comunista y brigadista alemán Hermann Streit, que llegó a ser secretario de Estado en la Alemania comunista y que precisamente también había venido de la Unión Soviética junto con el tercer hombre, el ejecutor. Este testimonio escrito en agosto de 1995 no concuerda con el anterior: “(…) sentí algunos disparos. Miré hacia atrás y vi a dos hombres cerca del declive casi al descubierto que habían sido alcanzados por los tiros”: Santiago Álvarez. Historia política y militar de las Brigadas Internacionales. Testimonios y documentos. Madrid, 1996, p. 261.

4º. Otro testimonio de un testigo anónimo que tampoco concuerda con los dos anteriores. Ahora ya no son tres o cuatro hombres que tranquilamente y al descubierto iban caminando y charlando por el frente de batalla; ni dos hombres cerca de un declive casi al descubierto; ahora es un hombre que cruzaba corriendo al descubierto: “Uno de sus compañeros de armas, ha relatado minuciosamente el episodio de su muerte.
La bala de un tirador fascista alcanzó a Hans en medio del corazón cuando cruzaba corriendo al descubierto”: Arturo Perucho. Hans Beimler. Barcelona, pp. 82 y 84.

5º. Un testimonio de oídas pero que tiene mucho valor, se trata de la declaración del futuro suegro del ejecutor y también futuro presidente de la Alemania comunista, Friedrich Wilhelm Pieck Reinhold: “Hans Beimler cayó en uno de los más fuertes combates del frente de Madrid”: Madrid honra a Hans Beimler. Comisariado de las Brigadas Internacionales. Madrid, 1937, p. 34. No se sabe si Staimer se puso en comunicación con el que en 1947 sería su futuro suegro para contarle la verdad o un cuento; pero lo cierto es que Pieck estaba en ese momento concentrado en elaborar listas para depurar comunistas alemanes: El libro negro del comunismo, p. 340.

6º. Hans Beimler haciendo amigos. Un informe alto secreto con fecha de 14 de diciembre de 1937 de Manfred Zalmanovich Stern más conocido como Emilio Kléber – había nacido en Bucovina y nacionalizado soviético se hacía pasar por canadiense, fue patrocinado por los comunistas españoles y en un pispás ascendido a general -:
“Yo había enviado tres correos a Albacete, pero no regresaban. Llegó el camarada Beimler, y lo envié como cuarto correo al camarada Marty, en Albacete.
Hans Beimler regresó de Albacete encolerizado y maldiciendo. Los camaradas Marty y Vidal le habían regañado, preguntándole por qué se mezclaba en asuntos que no eran de su competencia”: Ronald Radosh, Mary R. Habeck y Grigory Sevostianov. España traicionada. Stalin y la guerra civil. Barcelona, 2002, p. 371.
(Emilio Kléber: de “cómo me convertí en “general”, (…) yo mismo me quedé asombrado (…) Así me convertí en general, a fin de impresionar más a mis colaboradores en el mando”: España traicionada, p. 361). Poco después de ese informe Kléber fue llamada a Moscú y condenado por Stalin moriría en un campo de concentración: Burnett Bolloten. La Guerra Civil española: revolución y contrarrevolución. Madrid, 1997, pp. 486 y 487).

7º. Justo Martínez Amutio socialista y gobernador del Frente Popular en Albacete conoció y trató a Hans Beimler:
”Le conocí en Praga en mayo (de 1936).
Me dio a conocer sus discrepancias con la línea stalinista, especialmente con la política impuesta a los comunistas alemanes respecto a la socialdemocracia, que había dado por resultado el que los nazis, con un tercio de votos solamente, se apoderasen del poder. Me confesó que a consecuencia de haber manifestado claramente su criterio, en el Komintern existían ciertas reservas sobre su fidelidad a la doctrina leninista-stalinista que entonces dominaba, y no se le ocultaba lo peligroso que para él resultaba esto.
Cuando lo vimos, unos días después de llegar nosotros a Albacete, me manifestaría que sentía inquietud por la forma en que se desarrollaban las cosas en las Brigadas Internacionales.
“Hay un clan –dijo- que se está apoderando de todo; se ha establecido una comisión de control que dirigen Marty y Togliatti, quienes no dan cuenta a nadie (…). Están empezando a sembrar confusión y recelos y a hacer discriminaciones. No me gusta nada todo esto.
Temo a Zaisser porque es turbio, sectario y provocador” .
A los pocos días, el 1 de diciembre, un capitán austriaco, socialista y profesor en Viena, que estaba en el Estado Mayor de las B.I., en Madrid, me llamó una tarde para comunicarnos su muerte, sin darnos más detalles. Y a media noche me comunicarían de la “Base” de las B.I. que a la mañana siguiente, hacia las diez, llegaría el cadáver a Albacete donde recibiría sepultura. La radio anunció su muerte destacando la noticia y haciendo grandes elogios. Aquella propaganda me pareció algo desorbitada y ostentosa para ser sincera.
Después de la ceremonia, con la disculpa de que se había de abrir la fosa en un lugar del cementerio que el Ayuntamiento había señalado, destinado para el enterramiento de los muertos de las B.I., se dejó el cadáver en el depósito del cementerio. Aquella misma mañana, a última hora, el médico forense y del Gobierno Civil, José Carrilero, cuando supimos que Carrillo y el resto de la comitiva había salido de Albacete, reconoció el cadáver. Sacó fotografías de la cabeza, que tenía una herida con entrada tras de la oreja derecha en su parte media y salida por la bóveda craneana opuesta, y además otra herida en la parte alta del antebrazo derecho. Me informó el doctor Carrilero que las heridas fueron producidas por balas de revólver o pistola, no de fusil, y, además, “cortadas”.
(…) Hans Beimler fue, después de asesinado, instrumento de la propaganda comunista”: Justo Martínez Amutio. Chantaje a un pueblo. Madrid, 1974, pp. 301 a 306.

Francisco Fuster Ruiz en su libro: La Guerra. Las Brigadas Internacionales. Albacete, 1985, p. 100, ha intentado refutar el asesinato de Hans Beimler argumentando que era falso que se hubiese hecho “la autopsia al cadáver”. Justo Martínez Amutio en ningún momento escribe que se realizó la autopsia, sino que “el médico forense José Carrilero reconoció el cadáver”. Y no sólo eso, sino que hubo otro posterior reconocimiento del cadáver de Hans Beimler.

8º. Jacinto Toryho era periodista y secretario de propaganda de la CNT-FAI, y esto es lo que él vivió y dejó escrito sobre el asesinato de Hans Beimler:
“Los comunistas le hicieron las exequias de un héroe. Llevaron el cadáver a Albacete para darle allí sepultura; luego cambiaron de opinión y lo trasladaron a Barcelona. Con motivo del sepelio de Hans Beimler, la Vía Layetana presenció el primer gran desfile militar que vio Barcelona. La pirotecnia stalinista gastó toneladas de pólvora verbal en honor del diputado comunista alemán muerto en acción… pero por la espalda. El señor Martínez Amutio, gobernador de Albacete, que lo había conocido en Praga y al que Beimler había hecho pocos días antes algunas confidencias, sospechó algo sucio y ordenó al médico de la prisión local y del cuerpo de Guardias de Asalto, doctor Carrilero, que disimuladamente procediese a inspeccionar el cadáver. Así lo hizo el médico e informó al gobernador que Beimler presentaba una herida de arma de fuego con orificio de entrada en el occipital y de salida en el frontal, mortal de necesidad; agregó que el arma –corta- había sido disparada a poca distancia.
Sin que conociera absolutamente nada de lo que antecede un grupo de antinazis alemanes que tenían oficina en la Casa CNT-FAI, desde donde en mi compañía presenciaron el desfile militar que pasó por la Vía Layetana en honor de Hans Beimler, aquella misma noche y contando con la cooperación de algunos españoles, exhumaron el cadáver que fue examinado por dos médicos amigos míos cuyo dictamen coincidió con el del doctor Carrilero. Falta por agregar que al mismo tiempo que Beimler, fue muerto de la misma manera su amigo y colaborador Fritz Vehlov”: Jacinto Toryho. Del triunfo a la derrota. Barcelona, 1978, pp. 222 y 223.

9º. Alfonso Laurencic había nacido en Francia de familia austriaca y con nacionalidad yugoslava. Se afilió a la CNT y después a la UGT. En 1935 había sido detenido por estafa, y durante la Guerra se dedicó entre otras cosas a construir checas para el SIM. Por estafar en las construcciones de las checas fue a parar a la cárcel de Collell (Gerona), y tras la toma de la zona por las tropas nacionales en febrero de 1939 fue identificado, y después sería juzgado y fusilado en julio de ese año: R. L. Chacón. Por qué hice las chekas de Barcelona. Laurencic ante el Consejo de Guerra. Barcelona, 1939.
Alfonso Laurencic trabajó para el Gobierno del Frente Popular como teniente de información bajo la identidad de SSI-29, y en mayo de 1937 remitió los siguientes informes:
“INFORME SOBRE LA G.P.U:
El jefe de los servicios secretos es el ex agente de seguros Alfredo Herz /estadounidense nacido en Rusia en 1899 que emigró a los EE.UU en 1912 y cuyo verdadero nombre era George Mink/, y su ayudante un tal Herman (sólo tiene un ojo) /moldavo y cuyo verdadero nombre era Alexander Petrovich Ulanvsky/ . Les ayudan la mujer de Herz /podría tratarse de la estadounidense Juliet Stuart Poyntz/, tres hombres de escolta y un par de agentes de la Brigada Gómez Emperador.
Utilizan como oficina el Hotel Colón y el Casal Carlos Marx, indistintamente. Emplean, además, diversas viviendas que desconocemos por el momento.
Barcelona, 24 de mayo de 1937. SSI-29”.
“CASO BEIMLER:
Era uno de los más activos, más franco y leal de los que en el PSUC actuaban y fue liquidado por sus propios compañeros (por el servicio Herz) por no haber estado conforme con los métodos empleados por la 3ª. Internacional.
En ligero estado de embriaguez, tuvo una polémica en la cual vertió ciertos conceptos en este sentido y dijo que “quería volver a Barcelona para poner orden en Colón”. Estas manifestaciones fueron retransmitidas a los que en el Colón podían temer algo de los propósitos de Beimler y a los pocos días cayó, según cree la gente, al grito de “Rot Front” por una bala fascista.
Pero según el súbdito checo Max Geyer, amigo entrañable de Beimler, la muerte de éste ocurrió de la siguiente manera:
“Beimler, su ayudante Schuster (Fritz Vehlov), Geyer, el chófer y el ruso Richard, Comandante del batallón Thaelman que acababa de llegar de Rusia, llegaron con un coche a un puente que hay a unos 200 m. de la posición instalada frente a la Ciudad Universitaria. Quedaron en el coche Geyer y el chófer, mientras los otros tres se dirigían hacia la posición. A los diez minutos de espera, apareció corriendo Richard, el cual gritó desde lejos: ¡Acaban de matar a Beimler! Geyer preguntó: ¿Y Schuster? A lo que contestó: También ha caído de una bala en la cabeza. Al querer Geyer ir hacia la posición, Richard le retuvo del brazo, diciendo: No vayas, está bien muerto de un tiro en el corazón.
Max Geyer aún no se explica cómo Richard pudo comprobar tan certeramente que se trataba de un tiro en el corazón, ni su seguridad de que estuviese muerto al querer impedirle que fuera a ayudarle.
No se permitió a Geyer que hiciese guardia de honor al cadáver, ni que le acompañase hasta Barcelona, probablemente para evitar comprobaciones enojosas. Sin embargo, se trasladó por su cuenta y asistió al entierro. Al cementerio no llegó nadie del PSUC y Geyer habló allí por su cuenta “en nombre del partido comunista”. Al volver al Colón, reprochó a los del PSUC esta conducta y ello le ha valido el que actualmente sea perseguido.
Herz le hizo detener como espía en la terraza de “Chez Nous”, en unión de su mujer. Se le ha desposeído de toda su documentación y se le recogió todos los papeles que pertenecían a Beimler y que guardaba para hacerlos llegar a su familia. Herz comprobó en los interrogatorios a que se le sometió que no pudo saber exactamente cómo murió Beimler, por estar a 200 m. del lugar del suceso. Ello le ha salvado de ciertas medidas. De todos modos, asustado por las cosas que le han ocurrido en torno a este asunto, actualmente se esconde en una pensión”.
24 de mayo de 1937.
SSI-29”.
“ASUNTO TONI STERN:
Vive en Párroco Ubach, 17, 1º. Aparenta unos 40 años y vive estrafalariamente y con mal gusto. Era ex secretaria y ex amante de Beimler.
Vino a Barcelona al enterarse de la muerte de Beimler con la intención de escribir un libro biográfico sobre la vida de su ex amante. Traía muchos datos y apuntes de su actuación anterior a su venida a España. Se dirigió al PSUC con la pretensión de que le facilitasen más material y, como es natural, se le pusieron toda clase de impedimentos, pues lo que ellos querían es que este nombre fuese olvidado por completo.
La Stern, testaruda, no atendió a los consejos que se le dieron para que abandonara sus propósitos de escribir esta biografía y ante su insistencia se produjo el primer choque: Se presentaron en su domicilio, registraron el piso dos veces consecutivas, apoderándose de toda la documentación que hallaron y de todos los escritos que tenían alguna relación con Beimler. Se presentaron en un coche azul oscuro número 64.046. Se denunció el hecho a las autoridades, pero no se supo el paradero de dicho coche ni se había dado a ninguna comisaría esta orden de registro.
La Stern ha dado otros pasos para averiguar algo acerca de este robo de papeles, y el servicio Herz trata de paralizar su acción en este sentido. Ella ha recibido dos cartas en las que se intenta atraerla al PSUC en un tono cordial, invitándola a que acuda a declarar lo ocurrido.
Ella ha preferido no acudir y en este sentido le he aconsejado.
Toni Stern quiso enviar a los hijos de Beimler la última carta que éste les escribió y diferentes objetos personales del mismo, para lo cual hizo dos paquetes que trató de enviar por mediación del Consulado de la URSS.
Los paquetes no han sido cursados y después de mil reclamaciones le han sido devueltos en un estado lamentable, demostrando a todas luces que su contenido había sido intervenido.
Actualmente se planea el hacerla pasar por indocumentada y proceder a su expulsión, al objeto de hacerla callar de una vez”.
24 de mayo de 1937.
SSI-29”.
Informes en: Carp. 13, P.S Barcelona (Archivos Documentales de Salamanca): Domingo Pastor Petit. Los dossiers secretos de la Guerra Civil. Barcelona, 1978, pp. 161 a 164.

10º. El libro de Abel Paz ( seudónimo de Diego Camacho Escámez). Durruti en la Revolución española. Madrid, 2004, pp. 711 y 712, reproduce una parte del manuscrito inédito de Antonia Stern :
“La lápida de la sepultura de Hans Beimler permaneció un año sin nombre ni datos relativos a su muerte, y cuando fueron inscritos se hicieron falsamente. Hans Beimler cayó muerto en la Ciudad Universitaria, y no en la Casa de Campo, la cual se encontraba, del lugar de su muerte, a unos 3 kilómetros. ¿Se pretendía con esos falsos datos desorientar a la opinión caso de una posible investigación; o se deseaba simplemente evitar mencionar la Ciudad Universitaria? No hay que olvidar que fue también en ese lugar donde fue abatido cobardemente por la espalda Durruti, diez días antes que Beimler. ¿Obedecía eso a impedir la constatación de la coincidencia? ¿Quizás ambos motivos se complementan… (…) Pero aún hay más… Los verdaderos amigos de Beimler, que hablaban de él y que seguían pensando en él, fueron inmediatamente mal vistos, quedando sometidos a persecuciones…”.
Dice Abel Paz que “Antonia Stern confiesa que llegó a Barcelona creyendo firmemente la versión oficial que se había dado de la muerte de Hans Beimler:
“Yo deseaba recoger testimonios entre los compañeros milicianos de Hans Beimler con el objeto de dedicar un libro a su memoria. Desde mi llegada a Barcelona fui puesta en cuarentena y después perseguida. A pesar de las mejores recomendaciones, a los salvoconductos, mi trabajo, mi viaje a Madrid, en fin, todo cuanto se relacionaba con mi intención de recoger el material para mi libro chocó con dificultades y prohibiciones. Al fin, se me dijo claramente que debía renunciar a mi propósito de escribir un libro sobre Hans Beimler; pero como yo no obedecía las órdenes del partido fui detenida. Igualmente fueron detenidos todos cuantos milicianos me habían confiado su pensamiento sobre Beimler. A nosotros se nos escapaba la razón por la cual se nos perseguía, y a todo trance se deseaba impedir que se hablara de Hans Beimler. Esa razón fue comprendida en el momento en que supimos la manera como Hans Beimler había encontrado la muerte: “Con Hans ellos estrangularon la revolución. No podíamos vencer porque los mejores camaradas eran liquidados por su propio Partido”, me ha confiado uno de los milicianos de Beimler, que he podido ver recientemente”.

11º. El asesinato de Hans Beimler sirvió para cometer y justificar otros asesinatos. Tres días después del entierro de Beimler, nueve brigadistas del batallón Thaelmann fueron “fusilados por complicidad y asesinato del comisario Beimler, además de traición y espionaje”: Chantaje a un pueblo, pp. 231 a 244.

12º. El tercer hombre, el ejecutor: Richard Staimer, “Hoffmann”.
El comunista alemán Richard Staimer en 1933 se fue a Moscú a completar su formación política, militar y policial. Obtuvo la nacionalidad soviética y fue enviado a la Guerra de España en noviembre de 1936 como agente del servicio de inteligencia militar soviético, GRU, con el nombre clave de “Hoffmann”, estuvo un año en España y después volvió a Moscú.
No existe ni un solo testimonio de Richard Staimer sobre la muerte de sus dos compatriotas Hans y Fritz, precisamente él que fue el único testigo y que casualmente salió ileso del tiroteo.
Según algunos investigadores no existe ni en los archivos de la antigua Alemania comunista, RDA, ni en los archivos de Moscú, un solo informe o documento que contenga la orden de ejecución de Hans Beimler, cosa que no debería resultar extraño y hasta es muy lógico y compresible. De todas formas y por poner unos ejemplos, tampoco creo que se encuentren en ningún archivo la lista con los nombres de todos los que desaparecieron en los hornos crematorios que el NKVD tenía en Madrid y Barcelona; ni tampoco se encontrarán en ningún archivo las órdenes de los crímenes que cometieron en España y después en la RDA, los comunistas alemanes y fieles lacayos de Moscú, Wilhelm Zeisser y Walter Ulbricht.

a). En los archivos está lo que algunos quieren que esté, porque existe lo que se conoce como “expurgación de archivos”, y más radicalmente “depuración de archivos”, que consiste en que cuando alguien con poder no quiere que exista tal o cual documento se incinera y se terminó el asunto. Así por ejemplo, investigadores que han tenido acceso a los archivos de Moscú, se quedan perplejos por la escasa documentación que existe sobre la represión y liquidación del trotskismo en el Frente Popular, cosa que también tiene su lógica; porque a no ser que quieran alardear de sus crímenes, los asesinos cuando pueden intentan borrar las huellas de sus crímenes, en este caso, el archivo de la sección española estuvo bajo la responsabilidad de un desconocido Ramón López, pero el tal Ramón López era en realidad el comunista español Ramón Mercader el asesino del Trotski: Antonio Elorza y Marta Bizcarrondo. Queridos camaradas. La Internacional Comunista y España, 1919-1939. Barcelona, pp. 11 y 12.

b). El acceso a los archivos es restringido, y prohibitivo donde se guardan los documentos más importantes y confidenciales: “En tiempos de Yeltsin se abrieron muchos archivos, aunque no todos, y ahora otra vez vuelven a cerrarse. No puedo responder por qué”. Yiri Rybalkin, teniente coronel ruso e historiador. ABC, D 7, 25 de noviembre de 2007, p. 7.
El caso del coronel soviético Vasili Nikitich Mitrokhin es una excepción, que desde los años 1972 a 1984 como supervisor del archivo del KGB tuviera acceso a toda clase de documentos y que pudiese sacar sin que sospecharan miles de notas de esos documentos: Christopher Andrew and Vasili Mitrokhin. The Sword and the Shield: The Mitrokhin Archive and the Secret History of the KGB. Nueva York, 2001.

c). Richard Staimer llegó a ocupar altos cargos en la Alemania comunista, entre otros, el de Inspector General de la policía, a la vez que seguía siendo el fiel lacayo de Moscú, y eso Moscú siempre lo tiene en cuenta y lo recompensa.

d). Y por si faltarse algo y terminar de rematar el asunto, Richard Staimer, el tercer hombre, el ejecutor, se casó en 1947 con la hija del presidente de la Alemania comunista, Wilhelm Pieck, otro fiel lacayo de Moscú.

Después de los testimonios de unos y de los testimonios de otros, de los escritos de unos y los silencios de otros, la conclusión es la siguiente:
El 1 de diciembre de 1936 llegan en un coche cinco personas para inspeccionar el frente de la Ciudad Universitaria de Madrid: el comisario político del batallón Thaelmann el comunista alemán Hans Beimler, su adjunto el comunista alemán Louis Schuster, el ayudante de Beimler el comunista checo Max Geyer, el nuevo comandante del batallón recién llegado de Moscú y agente del GRU el comunista alemán de nacionalidad soviética Richard Staimer , y el conductor del coche el comunista español Tomás Calvo Aribayos.
El conductor Tomás Calvo y el ayudante Max Geyer se quedan dentro del coche y los otros tres se dirigieron al frente. El agente del servicio de inteligencia militar soviético Richard Staimer, “Hoffmann”, asesina con su pistola a corta distancia y por la espalda a Hans Beimler, por criticar abiertamente los procesos de liquidación que se estaban llevando a cabo en Moscú, y también asesina al testigo y adjunto de Beimler, Fritz Vehlov, más conocido como Louis Schuster.
La versión oficial afirmaba que Hans Beimler había sido abatido por el enemigo de un tiro en el corazón en el frente de Madrid. Si eso fue así, entonces por qué el cadáver tenía la señal de una herida mortal en la cabeza; y por qué entonces se fusiló a nueve brigadistas acusados de complicidad y asesinato de Hans Beimler; y por qué se detuvo y se interrogó al ayudante Max Geyer; y por qué la persecución de los que dudaban y discrepaban de la versión oficial. Y todo eso apunta a un mismo fin: silenciar y ocultar lo que realmente ocurrió en el asesinato de Hans Beimler.

Ángel Manuel González Fernández, enero de 2011.