domingo, 2 de noviembre de 2014

LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA O LA MEMORIA DE LA MENTIRA Y LA COBARDÍA

Después de la sustitución de dos ministros, uno militante del Partido Nacionalista Vasco y el otro de Esquerra Republicana de Catalunya, en agosto de 1938 quedó constituido el último Gobierno del llamado Frente Popular que estaba formado por su presidente Manuel Azaña Díaz de Izquierda Republicana, su jefe Juan Negrín López del Partido Socialista Obrero Español, más tres ministros militantes de Izquierda Republicana, tres del PSOE (uno en representación de la Unión General de Trabajadores), uno del Partido Comunista de España, otro del Partit Socialista Unificat de Catalunya, uno de Unión Republicana, otro militante de la Confederación Nacional del Trabajo, y por último uno de Acción Nacionalista Vasca: Gaceta de la República. Diario Oficial. Barcelona, miércoles 17 agosto 1938. Núm. 229.
Pues bien, según el Gobierno del Frente Popular la Guerra Civil española comenzó oficialmente con la “declaración del estado de guerra” el lunes 23 de enero de 1939:
Y oficiosamente la Guerra Civil española terminó sobre las 15 horas del  6 de marzo de 1939 con la segunda y definitiva huida del jefe del Gobierno desde el aeródromo de Monóvar (Alicante) rumbo a Francia.
Cuando todo el Gobierno del llamado Frente Popular llevaba tres días en seguro territorio francés y en Madrid se mataban entre ellos los últimos partidarios del Frente Popular prosoviéticos y antisoviéticos, el 9 de marzo el periódico Mundo Obrero órgano oficial comunista anunciaba en su portada: “El Gobierno de la República que preside el doctor Negrín, está hoy en su puesto, como lo estuvo en los días críticos de Cataluña. Falta a la verdad quien diga lo contrario”.

Ángel Manuel González Fernández, 2 de noviembre de 2014

LAS OPINIONES, LAS LECCIONES Y LO QUE QUIERAN NO SIRVE PARA NADA: ¡PRUEBAS, PRUEBAS Y PRUEBAS!

Lo dejo por imposible, cada vez que leo lo de «Golpe de Estado en octubre de 1934», «Revolución de Octubre» o cualquier otra mentira.

PRUEBAS:

1ª. Las guerras comienzan cuando comienzan y oficialmente comienzan cuando los bandos enfrentados la declaran:                                                                                                                          

Un bando: «En esta acción nos lo jugamos todo y debemos hallarnos dispuestos a vencer o morir. Una vez empezada la insurrección no es posible retroceder. Nadie espere triunfar en un día en un movimiento que tiene todos los caracteres de una guerra civil». 

El otro bando: «PRESIDENCIA DEL CONSEJO DE MINISTROS DECRETO De acuerdo con el Consejo de Ministros y a propuesta de su Presidente, Vengo en decretar lo siguiente: Artículo 1º. Con arreglo a lo prevenido por el artículo 52 de la Ley de 28 de Julio de 1933, se declara el Estado de Guerra en todo el territorio de la República Española». <<Gaceta de Madrid: Diario Oficial de la República. Núm. 280. 7 Octubre 1934, p. 194”.

 

2ª. En julio de 1936 la «Declaración del Estado de Guerra» se hizo solo en algunas Capitanías Generales de un bando, y el otro bando ni lo aceptó ni quiso declarar el «estado de Guerra». Porque si lo hacían los militares de ese bando tenían que tomar el mando de la guerra, y esos sujetos lo que querían era hacer primero lo que ellos llamaban «la Revolución». Que consistía en que cada ciudadano que tenía carné de izquierdas y levantaba la mano le daban un fusil y munición; y así, según testimonio de un corresponsal de guerra estadounidense, un camarero pasó en un día de camarero a capitán, y un cantaor de flamenco a teniente. El Partido Comunista bien asesorado por Moscú, sabía que lo primero que había que hacer era ganar la Guerra y después hacer la Revolución, contando que ellos tendrían entonces el Poder. En cambio, la mayoría de ese bando se impuso y se hizo lo que ellos llamaban «la Revolución», para que así ellos y no los militares controlasen todo.

Y 3ª. Cuando el bando de «la Revolución» ya había perdido la Guerra, «declara el estado de guerra» el 23 de enero de 1939 para que fueran no sus «militares» -el camarero, el cantaor, el campesino, el albañil…- los que dieran la cara y cargasen con la humillación de la rendición, sino los militares de carrera que quedaban y no habían huido o no habían podido huir.

Esto no es una opinión, o el escrito de un blog, de un Digital, de un libro… ¡son PRUEBAS, PRUEBAS Y PRUEBAS! (https://angelmanuel-gonzalezfernandez.blogspot.com/2010/09/acusacion-de-genocidio-contra-el.html

Así pues, entiendo perfectamente que los señores que han hecho carrera hasta llegar a la cátedra, que han escrito cientos de libros, que han vivido y viven del pesebre antes azul y ahora rojo de la mentira de julio de 1936, que recibían y reciben una paga por lo del 18 de julio, para que así de una vez y para siempre se grabe a fuego en la mente y en el hacer de cada día la gran mentira.

Gran mentira que a los dos bandos ha interesado e interesa mantener:

A unos -los del «No pasarán»-, para poder pasar como republicanos, demócratas y progresistas víctimas de un golpe de Estado por militares fascistas en julio de 1936.

Y a los otros, porque todas las Naciones -excepto las Naciones comunistas- les reconocieron que en julio de 1936 no hubo un golpe de Estado sino una legítima guerra donde acabó imponiéndose y naciendo un Estado legal. Y así lo reconocería Checoslovaquia el 27 de enero de 1939 -dicen que para hacer la pelota a Hitler-, Irlanda el 13 de febrero, Uruguay, Perú y Polonia el 17, Turquía el 21, Holanda el 22, Bolivia el 24, Venezuela el 25, Argentina el 26, Reino Unido y Francia el 27.

Siempre que se hable o se escriba sobre la Guerra Civil española 1934-1939, hay que tener presente algo muy importante y definitivo:

1º. El final Guerra Civil española 1934-1939 la ganó el llamado Bando Nacional, pero desde el principio y hasta el final la tenía -y tiene y tendrá- perdida la Guerra de la Propaganda.
2º. Esa Propaganda está y estará sostenida por las dos Bestias que fueron derrotadas: la Masonería y el Comunismo. Actualmente el Comunismo se puede presentar sin careta con su «lucha de clases», o con la careta de la «lucha de sexos», «lucha climática» o «lucha contra los gallos porque violan a las gallinas»: el caso es una justificación para la lucha y para la hucha, porque no son tontos y saben que eso da pasta.

Es muy humano que una sociedad secreta o discreta quiera gobernar y dirigir el Mundo, y que no diga y oculte la verdad, el problema es que su Jefe tiene nombre: Lucifer. De él dijo el Señor que era «homicida desde el principio, mentiroso y padre de la mentira»: pues ese es el verdadero Jefe de la Masonería y los demás unos mindundis, y el «hermano» que todavía no haya pisado el crucifijo, aunque crea que sabe, no sabe nada de nada.

Pues bien, esas dos poderosas Bestias fueron derrotadas en la Guerra Civil española 1934-1939, y eso se quiera o no lo pagará España hasta el Fin del Mundo.

Ángel Manuel González Fernández, 21 de noviembre de 2021.

martes, 1 de enero de 2013

ODIOS DIVISIONES Y SECTARISMOS EN EL FRENTE POPULAR: CUATRO TESTIMONIOS

1º. Uno de los testimonios escritos que mejor retratan la fractura de España  en el Frente Popular es el de Amaro del Rosal Díaz. Amaro del Rosal fue el gran controlador de la Federación Nacional de Banca de la UGT. Prestó grandes servicios a su partido el PSOE, especialmente en el campo de la financiación; por ejemplo, aportando sumas millonarias de dinero procedente de fondos desconocidos para la adquisición de armamento en 1934; o financiando el semanario y después diario Claridad desde su fundación en 1935 al servicio de los bolcheviques del PSOE, para al final terminar en manos  de sus amigos los comunistas; u organizando en Madrid y Cartagena el traslado del oro del Banco de España hacia la Unión Soviética; etc.,. Era un socialista de carné pero comunista de corazón, oficialmente se afilió al PCE en 1948. He aquí el relato de este asturiano:
“En Asturias gobierna un Consejo soberano; en Aragón, un Consejo general, bajo el control anarquista de Joaquín Ascaso; en Levante funciona un Comité ejecutivo, también bajo control anarquista; en Cataluña, desbordado el gobierno autonómico, deja hacer a la F.A.I. y a la C.N.T. El cantonalismo de la primera República trata de resucitar por todas partes.
En Cataluña y Aragón, la C.N.T. y el anarquismo, como venimos subrayando, ejercían su total hegemonía; en Levante, en una proporción considerable. El gobierno de la Generalidad era prisionero de la F.A.I., y al mismo tiempo, mantenía una posición conflictiva con el gobierno central. En Aragón, el anarquista Joaquín Ascaso había montado “su propio gobierno” bajo el título de Consejo de Aragón. En el País Vasco, los nacionalistas situaron en un  primer plano –en aquella situación- el problema del Estatuto Vasco, con la amenaza de no luchar si no lo obtenían. Actitud de chantaje y coacción impropia de las circunstancias. Los nacionalistas vascos tuvieron una forma muy especial de interpretar las realidades de aquellos momentos, como lo siguen teniendo en el día de hoy, cuarenta años más tarde. Caballero debió precipitar todos los procedimientos para que la sesión de Cortes de 1º de octubre se aprobara el Estatuto Vasco. No obstante esa concesión, los problemas posteriores no se solucionaron fácilmente en el nuevo gobierno autónomo de Euskadi que, llevado de un espíritu negativo de independencia, ponía reparos a muchas cuestiones y discutía las designaciones que, dentro de sus facultades, hacía el gobierno central. El gobierno vasco desarrollaba su propia política de guerra y de comercio exterior, al igual que lo hacían el de Cataluña y, en pequeño, el Consejo Soberano de Asturias; por último, también escapaba a todo control de gobierno el Consejo de Aragón. Todos, en los hechos, se consideraban cantones independientes, negándose a comprender y aceptar las realidades dramáticas que vivía España, encerrándose en egoísmos particulares en perjuicio de los intereses generales de todo el pueblo español.
El comercio exterior se vio fraccionado por la acción que desarrollaban comisiones, comités de exportación y compras de Cataluña, de Euskadi, del Consejo Soberano de Asturias y León, del de Aragón y aun de otros organismos del litoral levantino en los que la C.N.T-F.A.I. ejercía su control. Todos ellos mantenían delegaciones o representaciones comerciales en París, Marsella, Bruselas y otros lugares del extranjero. Toda una política cantonalista y de desintegración económica precisamente cuando más vital e indispensable era la unificación, la coordinación y la integración económica de toda la España republicana. El gobierno central no era bueno más que para pedirle divisas, para exigirle ayuda, pero no para ofrecérsela”: Amaro del Rosal. Historia de la U.G.T de España 1901-1939. Barcelona, 1977, vol. II, pp. 499, 529 y 530.

2º. A primeros de marzo de 1937 el  secretario general de la Internacional Comunista, Georgi Dimitrov, recibe un informe de uno de sus confidentes políticos en el Frente Popular, y el día 23 de ese mes remite el informe alto secreto al comisario soviético para la Defensa, el mariscal Kliment Voroshilov:
“En la retaguardia existe un gobierno oficial permanente o, con mayor veracidad, tres gobiernos oficiales: Valencia, Cataluña y el País Vasco. En torno a esos tres gobiernos hay otros, más grandes o más chicos, más o menos autónomos, que demuestran su poder. Todo eso se debe a la debilidad gubernamental (…)”: Ronald Radosh, Mary R. Habeck y Grigory Sevostianov. España traicionada. Stalin y la guerra civil. Barcelona, 2002, p. 208.

3º. Constant Brusiloff traductor ruso y testigo en el Frente Norte,  y que  además era simpatizante del Partido Nacionalista Vasco escribe en 1938:
“Es preciso reconocer que los vascos adolecieron siempre de un individualismo regional, que perjudicó enormemente al desarrollo de la vida militar, industrial y política del Norte. Su manía de independencia hacía imposible el Mando único en el Ejército y, en general, cualquier trabajo armónico. Su concepto de superioridad racial irritaba a santanderinos  y asturianos.
La burocracia vasca fue algo espantosamente extenso que diríase que gobernaban un vasto Estado en vez de una pequeñísima República. Había Consejeros, Secretarios y Directores Generales a granel. Y esto, como es natural, se traducía en sueldos y remuneraciones que ascendían a cantidades enormes de pesetas.
Relaciones del Gobierno Vasco con el resto del Norte republicano:
Tampoco fueron muy cordiales las relaciones sostenidas con asturianos y santanderinos, pues a través de toda la guerra en el Norte republicano los vascos se hicieron odiosos a los demás con su orgullo de raza.
Al salir de Bilbao el Gobierno Vasco y después de tener que abandonar el territorio de Euzkadi, trasladó su residencia a Santander. Se le dedicó un acogimiento frío, por no decir hostil.
Con ocasión de ser llamado Aguirre a Valencia, fue al aeródromo a tomar un avión que le había de llevar y allí un policía, de un modo impertinente, le exigió exhibir toda clase de documentos lo mismo que si se tratara de una persona desconocida que pudiera ser peligrosa para el régimen. Esta actitud tan poco delicada motivó la queja del Presidente Vasco junto al Gobierno Central y la amonestación por éste al Gobernador de Santander, Juan Ruiz Olazarán.
Traslado del Gobierno Vasco a Barcelona:
Aguirre, después de tan “calurosa” despedida, no quiso volver al Norte de España y consiguió que la sede de su Gobierno fuera trasladada a Barcelona. A la mayor parte de los empleados se les indemnizó para deshacerse de ellos, con 5.000 pesetas por persona y el sueldo adelantado de tres meses y a algunos que se les consideraba “insustituibles” se les dio facilidades para salir del Norte. El Ministro Irujo, que desempeñaba en el Gobierno Central la cartera de Justicia y pertenecía al Partido Nacionalista Vasco, ayudó de una manera eficaz al traslado de numerosos correligionarios suyos, reclamándoles como jueces, notarios, maestros, etc. Esta política partidista indignó a santanderinos y asturianos, quienes por fuerza se veían obligados a permanecer en las provincias norteñas ya muy amenazadas por el enemigo.
Desde hacía tiempo, esto es, desde que las tropas vascas empezaron a retroceder, los valores de Euzkadi fueron puestos a salvo y trasladados a Francia.
Con este bien poco brillante epílogo termina la Historia de la República Vasca, que fue de duración tan minúscula como mengua de extensión.
Evacuación de Bilbao:
En todos los periódicos se escribía con grandes caracteres: “La ciudad jamás se entregará”; “Bilbao sabrá soportar el sitio”; “Bilbao será un segundo Madrid”, etc. Por ello, el pueblo se asombró cuando pudo apercibirse de que los dirigentes políticos, aún diez días antes de la caída de la ciudad, empezaron a correr… Las masas, entonces, siguieron su ejemplo”: Constant Brusiloff. Los republicanos en el Norte de España. Julio 1936-Octubre 1937. En Mikel Aizpuru. El informe Brusiloff. La Guerra Civil de 1936 en el Frente Norte vista por un traductor ruso. Zarautz, 2009, pp. 167, 181, 187, 188 y 199.
Y Azaña anota en su diario: "19 de julio de 1937. He ido a Valencia y recibo la visita de Aguirre, el Presidente del Gobierno vasco.
Aguirre se queja de que el Gobierno vasco refugiado en Santander, padece vejaciones y desprecios. Me refiere el caso, quizás para incluirlo en la lista de los desprecios. Al tomar el avión para venir a Valencia, la policía ha estado descortés, obligándole a presentar su documentación personal, no obstante haberse dado a conocer...
Aguirre, entre sus quejas contra los santanderinos, me dijo que no le habían rendido honores.
29 de julio de 1937. Anoche a las nueve vino el Presidente del Consejo.
El Presidente está muy irritado por los incidentes a que ha dado ocasión el paso de Aguirre por Barcelona. "Aguirre -dice- no puede resistir que se hable de España. En Barcelona afectan no pronunciar siquiera su nombre. Yo no he sido nunca -agrega- lo que llaman españolista ni patriotero. Pero ante estas cosas me indigno. Y si esas gentes van a descuartizar a España, prefiero a Franco. Con Franco ya nos entenderíamos nosotros, o nuestros hijos, o quien quiere. Pero esos hombres son inaguantables. Acabarían por dar la razón a Franco. Y mientras, venga pedir dinero, y más dinero...": Manuel Azaña. Obras completas. México, 1968, vol. IV, pp. 682, 685, 697, 699 y 701.

4º.  El exembajador y exministro republicano liberal y antifranquista Salvador de Madariaga Rojo:
“Desde aquel momento, la Guerra Civil degeneró en un duelo desigual entre un ejército bien en mano de su jefe con un Estado regido por una disciplina militar, frente a una turba de tribus malavenidas, la U.G.T., la C.N.T., la F.A.I., el P.O.U.M., el P.S.U.C., el Partido Comunista, el Partido Socialista partido por gala en dos, la Generalitat, Euskadi y otros que olvido, cada uno tirando por su lado. Esta multitud de multitudes no podía aspirar ni de lejos al nombre de alianza, porque vivía en guerra civil endémica. Y no se crea nadie que estas palabras “guerra civil” vengan aquí como metáfora. Trátase por el contrario de una descripción exacta de la realidad, con sus batallas, planes de campaña, bajas y victorias y derrotas. (…) al punto de que en la lucha solía caer tal o cual cabecilla de una u otra de estas sectas; otras de ellas, como la de los Catalanes o los Vascos aspiraban a separarse de los Castellanos, soñando con el Estado lo más integral posible, en pleno olvido de la creación superior, aquella España todavía no plenamente realizada, de que ya casi ni se hablaba y que yacía desangrada e inerme entre unos y otros”: Salvador de Madariaga. España. Ensayo de Historia Contemporánea. México-Buenos Aires, 1955, pp. 689 y 690.

Más sobre este tema en: El chantaje de la izquierda. Las falsedades de la Guerra Civil española. Madrid, 2004, pp. 46 a 50. Y desde junio de 2010  también en Internet: “elchantajedelaizquierda.blogspot.com/”.

Ángel Manuel González Fernández, 1 de enero de 2013.












miércoles, 30 de mayo de 2012

EN EL FRENTE POPULAR SE MATARON ENTRE ELLOS: LA GUERRA CIVIL DENTRO DE LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA

Gracias al doctor Manuel Alejandro Aguilera Povedano por su valiosa investigación que marca un antes y un después en la historiografía de la Guerra Civil española: gracias Manuel por tu gran generosidad intelectual.

En el año 2004 escribí en  El chantaje de la izquierda. Las falsedades de la Guerra Civil española, p. 39, que en el Frente Popular existió una guerra civil, que no eran rivalidades más o menos violentas que originaron  unas decenas o unos pocos cientos de muertos, sino que se trataba de miles de muertos; que era una de las zonas oscuras y más silenciadas de la Guerra Civil y cuya investigación estaba por hacerse. “Esto es tan sólo el adelanto de un pequeñísimo esbozo”, y  comenzaba a presentar una serie de sucesos.
Desconocía que recién editado el libro se había iniciado ya esa difícil investigación que pedía; y así pues,  en el año 2008 finalizaba su tesis doctoral el joven periodista Manuel Alejandro Aguilera Povedano: La Sexta Columna. Enfrentamientos entre facciones antifascistas durante la Guerra Civil Española. Este fundamental trabajo vino en parte a rellenar el importante hueco que existía en la historiografía de la Guerra Civil española. Y digo en parte, porque en la introducción de la tesis y de forma clara el autor marca los límites de su investigación: “En definitiva, todos los enfrentamientos aquí relatados son por motivos políticos o rencillas de grupo, no se han incluido los debidos exclusivamente a la disciplina militar. Si un  comandante fusila a dos comunistas por haber gritado “estamos copados” en medio del combate, infundiendo pánico en la tropa, no se ha incluido por no tener motivos políticos. Sin embargo, si un comunista dispara contra un anarquista por negarse éste a ceder unos camiones a una unidad que no sea correligionaria suya, entonces sí se ha introducido por ser fruto del odio y el recelo entre facciones”. Es decir, y por poner dos ejemplos, en la investigación no figuran los cientos de fusilados por deserción -“unos 400”- después de la batalla en el madrileño pueblo de Brunete el 24 de julio de 1937, o ni aparecen en la lista los 46 con nombre y apellidos de fusilados por insubordinación en el pueblo turolense de Rubielos de Mora el 20 de enero de 1938.
Siguiendo la buena enseñanza de que “nada es perfecto y todo se puede perfeccionar”, a lo largo de estos años he ido y estoy corrigiendo y actualizando algunos de los apartados esbozados en el libro y también  desarrollando otros nuevos, y precisamente  uno de los importantes apartados que estaban pendientes de revisión era el  muy silenciado y  casi desconocido de “la guerra civil dentro de la Guerra Civil”. Conocía  la investigación de Manuel Aguilera desde 2009 año de la lectura de su tesis, pero decidí  esperar a que al autor le editasen el trabajo porque me pareció lo más correcto. Y por fin, la tesis se convirtió en libro con el nombre de: Compañeros y camaradas. Las luchas entre antifascistas en la Guerra Civil española. Madrid, 2012.
Personalmente entiendo que ha sido un error editorial el desestimar y  no incluir en el libro, el “Listado nominal de víctimas” con su valioso e identificativo soporte documental, que figura en el último apartado de la tesis y que es pieza clave y excelente remate a una gran labor de investigación; porque una cosa es el necesario pulimento y ajuste de un texto y otra muy distinta el tijeretazo que corta, separa y oculta una importante parte de la investigación.  De todas formas y a pesar de ese error editorial -que deseo y pido por el bien de la historiografía se pueda subsanar en posteriores ediciones o que pueda ser editado por separado un poco más adelante-, estamos sin duda ante una investigación que  marca un antes y un después, al proyectar luz y memoria a uno de los apartados más oscuros y olvidados de la Guerra Civil española.
Animo desde aquí a Manuel a que continúe el trabajo, a que no se desanime y no guarde en su archivo de los recuerdos como casos cerrados el breve pero valioso historial de esas víctimas, que los transforme en casos abiertos y que continúe la investigación hasta convertirla en su especialización, porque él bien sabe que “son todos los que están, pero que no están todos los que son”. Trabajo que ahora debe seguir llevando a cabo de forma pausada pero constante, con  la tranquilidad que da una acertada labor emprendida y de la que sabe, sabemos, que se perpetuará  como legado en el tiempo.
Y por último y como advertencia al lector quiero indicar, que citaré de forma singular la obra de Manuel Alejandro Aguilera Povedano sólo bajo el nombre y apellido del autor y como investigación unitaria y total; es decir, que haré referencia sin distinción tanto de la tesis como del libro y sin citar la página de referencia, para animar al lector a que haga un esfuerzo para que no falte en su biblioteca este fundamental y sin par libro de la Guerra Civil española.

El 10 de junio de 1936 se produce un enfrentamiento sindical en Málaga, los de la CNT asesinan de un balazo en la nuca al concejal comunista y de la UGT Andrés Rodríguez González, una hora después responden los de la UGT abatiendo a balazos al dirigente de la CNT Miguel Ortíz Acevedo. Al día siguiente es asesinado el socialista y Presidente de la Diputación Antonio Román Reina. Finaliza la batalla con la muerte de Carlos Santiago Robles obrero y de la CNT, y una bala perdida acaba con la vida de la niña de 11 años María Manzanares de la Cruz, hija de un militante a la CNT: La Vanguardia, 12 de junio de 1936, p. 23 y 14 de junio, p. 26. ABC, 13 de junio de 1936, p. 31 y 14 de junio, p. 44.

A finales de julio de 1936 en Cataluña  “la CNT mató a más de ochenta hombres, miembros de la UGT” del Transporte. La información es de un secreto  confidente infiltrado en la CNT con buena y precisa información, que se la facilitó al cónsul soviético en Barcelona Vladimir Antonov-Ovseenko en una reunión que mantuvieron el día 12 de octubre, y que dos días después  el cónsul elaboró el informe y lo envió a Moscú al Comisariado del Pueblo para Asuntos Exteriores: Alto secreto. Cónsul general de la URSS en Barcelona. 14 de octubre de 1936: Ronald Radosh, Mary R. Habeck y Grigory Sevostianov. España traicionada. Stalin y la guerra civil. Nueva York, 2001, p. 76. Barcelona, 2002, p. 115. (En lo sucesivo se citará la versión española).  La información  del asesinato de “más de ochenta miembros de la UGT” puede parecer  algo exagerada, pero dicho dato  lo viene a corroborar y a ampliar meses después la siguiente información: “El líder de la UGT del Transporte en Cataluña, Agustín Arcas, afirma que “la carrera de asesinatos de los obreros del transporte de la UGT llegó a 200”. Informe de radio III del PSUC. Barcelona 15 de enero de 1937”: Manuel Aguilera. 

Dentro del comunista Quinto Regimiento se creó la Compañía de Acero y una de sus consignas era: “Si mi camarada avanza o retrocede sin órdenes, tengo derecho a disparar sobre él”: Burnett Bolloten. La Guerra Civil española. Revolución y contrarrevolución. Madrid, 1997, p. 434.

Los asesinatos de modestos campesinos, artesanos y comerciantes, la mayoría partidarios del Frente Popular, asesinatos cometidos por la CNT-FAI al imponer e implantar por la fuerza de las armas las colectividades agrícolas: Burnett Bolloten, pp. 155 a 159.

“Los anarquistas han puesto en práctica repetidamente, por medios administrativos, el llamado comunismo libertario, que es la caricatura más extrema del movimiento revolucionario. En los pueblos y capitales de provincia donde han abolido el dinero, retirado de la circulación, por la fuerza, el que poseía cada uno y estableciendo un sistema de cupones para absolutamente todos los bienes de consumo; han colectivizado todas las propiedades, incluidos los pájaros domésticos, etc. Cualquiera que protestara contra eso era declarado fascista y sometido a represión e incluso asesinado. Debido a esto hubo varios pequeños levantamientos, aplastados por las fuerzas armadas de los anarquistas. Jefe de Departamento del Servicio de Inteligencia del Ejército Rojo, comandante Nikonov, 20 de febrero de 1937”: Ronald Radosh, Mary Habeck y Grigory Sevostianov, pp. 177 y 178.

Edward Knoblaugh corresponsal estadounidense en Madrid en 1936 escribe: “Los anarquistas y los socialistas-comunistas se mataban entre sí con regularidad uno o dos muertos al día. La liquidación de españoles partidarios de Trotsky y la ejecución de cientos de izquierdistas moderados, bajo acusación de sabotajes y actividades contrarrevolucionarias”: Edward Knoblaugh. Corresponsal en España. (Nueva York, 1937). Madrid, 1967, pp. 226 y 271.

Entre los últimos días de julio o tres primeros de agosto de 1936, es fusilado en Buitrago (Madrid) por los comunistas el socialista teniente coronel Cuervo falsamente acusado de traición, según los testimonios del ex ministro de Gobernación del Frente Popular y socialista Julián Zugazagoítia, el ex vicesecretario de Interior del Frente Popular hermano y socialista Juan Simeón Vidarte , el ex gobernador del Banco Exterior de España el republicano Ramón López Barrantes, y el ex ministro de la Guerra del Frente Popular el general republicano Luis Castelló Pantoja : Julián Zugazagoítia. Historia de la guerra en España. Buenos Aires, 1940, p. 130. Juan-Simeón Vidate. Todos fuimos culpables. Testimonio de un socialista español. México, 1973, pp. 391 y 392. Ramón López Barrantes. Mi exilio (1939-1951). Madrid, 1974, p. 67. Dolores Castelló Gauthier. Retazos de la vida del general Castelló. Madrid, 1988.

En Barcelona en agosto de 1936 fueron ejecutados por sus compañeros anarquistas, Fernández presidente del Sindicato de la Alimentación de la CNT y José Gardeñas y su grupo: José Peirats. La C.N.T. en la revolución española. Toulouse, 1951, t. I, p. 181. Juan García Oliver. El eco de los pasos. Barcelona, 1978, p. 230. César Alcalá. La represión política en Cataluña. Madrid, 2005, p. 234.

El sociólogo e historiador nacido en Austria, Franz Borkenau, que fue colaborador de la Internacional Comunista, durante su estancia en Barcelona anotaba en su diario el 17 de agosto de 1936: “Un diputado comunista y miembro del comité central del partido de Madrid, Jesús Hernández, ha concedido una entrevista a un periódico francés no socialista (el Paris Midi, si no me equivoco) en que cubre de oprobios a los anarquista, dice a las claras que tras la derrota de Franco los comunistas les harán trizas”: Franz Borkenau. El reñidero español. (Londres, 1937). Barcelona, 2001, p. 139.
Del 6 al 17 de diciembre de 1937 se celebró en París un congreso secreto de la Asociación Internacional de los Trabajadores o I Internacional,  y en la intervención del secretario nacional del la CNT Mariano Vázquez   declaró: “Por el momento, lo que nos interesa es ganar la guerra. Una vez que lo hayamos logrado, reanudaremos la ofensiva en el terreno social y entonces ¡la revolución no tardará en realizarse! Ganaremos y en España habrá un totalitarismo de la CNT”: Burnett Bolloten, pp. 762 y 763.
En definitiva, la lucha entre el comunismo prosoviético y el “comunismo libertario” (Burnett Bolloten, p. 143) no sometido a Moscú estaba servida.

A finales del verano de 1936 cerca de Barbastro (Huesca), “veinticinco miembros de la UGT fueron asesinados por los anarquistas”: Ronald Radosh, Mary Habeck y Grigory Sevostianov, p. 115.

Félix Marión “Benarda” había sido alcalde republicano de Apiés (Huesca) y desde finales de agosto de 1936 recorría la comarca lista en mano participando en una treintena de asesinatos, hasta que el 28 de octubre de 1936 fue asesinado de tres tiros en la cabeza por el capitán o comandante del Frente Popular Zapatero: José Mª Azpíroz Pascual. La voz del olvido. La Guerra Civil en Huesca y La Hoya. Huesca, 2007, pp. 444 y 445. Internet: “Fosa común-APIÉS”. Para el socialista Ministerio de Cultura figura como una de las Víctimas de la Guerra Civil y Represaliados del Franquismo.

El 6 de septiembre de 1936 es asesinado por comunistas el delegado de Abastos en Madrid y militante de la CNT Manuel López: ABC, 8 de septiembre de 1936, p. 15. La Vanguardia, 8 de septiembre de 1936, p. 11. Manuel Aguilera.

Sobre el 20 de octubre de 1936, el general republicano José  “Asensio se dirigió al frente de Tagus y ordenó allí mismo la ejecución de treinta milicianos que fueron descubiertos regresando a Madrid sin autorización”:  Edward Knoblaugh, p. 52.

La mañana del 31 de octubre de 1936, el coronel Ildefonso Puigdengolas Ponce de León durante una desbandada en el frente de Parla (Madrid) saca su pistola y asesina de un tiro a un capitán: “media docena de fusiles apuntan su rígida carga… Al coronel le tenían ya ganas por “faccioso”, pues llevaba en pocas fechas despachados a bastantes, en forma semejante a la empleada esa mañana”. Testigo el militar Ángel Lamas Arroyo. Unos… y… otros… Barcelona, 1972, pp. 90 a 93.
Esa versión de lo sucedido ha sido confirmada por familiares del coronel, según una reciente investigación de Héctor Alonso García. El coronel Puigdengolas y la batalla de Badajoz (agosto de 1936). Valencia, 2014, pp. 323 a 336.

El 1 de noviembre son asesinados en el frente de Madrid el comunista y brigadista alemán Hans Beimler y su ayudante. El caso es analizado en el tema editado: “El asesinato del comunista y brigadista alemán Hans Beimler”.

En cuanto a las ejecuciones y asesinatos en las Brigadas Internacionales está recogido y ampliado en el tema editado: Ejecuciones y asesinatos en las Brigadas Internacionales”.

El 19 de noviembre de 1936 en el frente de la Ciudad Universitaria de Madrid, el líder anarquista Buenaventura Durruti es herido de muerte de un disparo a corta distancia y por la espalda.
En un informe “alto secreto” de noviembre de 1936 de fecha desconocida, pero que del mismo escrito del informe se deduce que fue elaborado dos  o tres días antes del 14 de noviembre, el cónsul general de la URSS en Barcelona Vladimir Antonov-Ovseenko, lanzaba duras acusaciones contra Durruti colocándole en el centro de la diana: “Durruti estaba absolutamente en contra de enviar refuerzos a Madrid; atacó con duras palabras al gobierno central, “que se estaba preparando para la derrota”; calificó la situación de Madrid de desesperada, y concluyó que Madrid tenía una importancia puramente política, y no estratégica. Esa actitud por parte de Durruti, que goza de una influencia excepcional sobre todos los catalanes anarcosindicalistas que están en el frente, debía ser vencida costara lo que costara. Era necesario intervenir con fuerza. Y Durruti cedió, declarando que podría enviar a Madrid un millar de combatientes selectos. Al saber que se había “descubierto” cierto tipo de nuevas armas (Winchester), en lugar de enviar las unidades directamente desde el frente a Madrid, decidió enviarlas desarmadas a Barcelona, dejando sus armas (sistema Máuser) en el lugar que habían ocupado en el frente y llamando para que las sustituyeran a reservas (sin armas) de Barcelona. Así, Durruti consiguió su objetivo y el frente de Aragón no se debilitó. De esta forma, Durruti afianzaba el esfuerzo de la CNT y la FAI para socavar el apoyo armado del actual gobierno de Cataluña”: Ronald Radosh, Mary Habeck y Grigory Sevostianov, pp. 122 y 123. Manuel Aguilera hace una excelente investigación del caso.

Las ejecuciones y asesinatos realizados por las anarquistas y autónomas Columna de Hierro y Columna del Rosal, sus enfrentamientos con otras fuerzas del Frente Popular; como por ejemplo, cuando la Columna de Hierro sembró el terror en Valencia en noviembre de 1936, y su batalla con la Guardia Popular Antifascista, policía socialista-comunista, con un saldo de 148 muertos: Línea de Fuego (diario de la Columna de Hierro), 5 de noviembre de 1936 citado en Burnett  Bolloten, pp. 527 y 528. Según el ex vicesecretario de Interior del Frente Popular hermano y socialista Juan SImeón Vidarte los muertos fueron “cincuenta”, p.612.

El joven poeta  y dirigente comunista inglés John Cornford,  el 14 de agosto de 1936 se unió en Liceña (Zaragoza) a una columna del POUM. Al mes siguiente cae enfermo y retorna a su casa de Cambridge. Regresa a España en noviembre y se incorpora a las Brigadas Internacionales, y en el frente de la Ciudad Universitaria recibe el primer aviso, es herido en la cabeza por fuego amigo. Destinado al frente de Córdoba muere en Lopera (Jaén) el 27 ó 28 de diciembre. Según confesó años después su madre Frances Cornford a Hugh Thomas, “a su hijo le habían disparado a posta sus compañeros del Partido Comunista porque estaba a punto de abandonarlo”: Franz Borkenau, pp. 102, 131 y 135.  “John Cornford: Biography ”en www.spartacus.schoolnet.co.ut. Miguel Alonso Baquer. La Guerra Civil española (Sesenta años después). Madrid, 1999, p. 407.

A finales de diciembre de 1936, en el pueblo tarraconense de La Fatarella hubo un enfrentamiento entre socialistas y comunistas de la UGT contra anarquistas de la CNT-FAI, “se restableció el orden después de que una veintena de hombres muriera en la lucha, que duró dos días”: Edward Knoblaugh, pp. 226 y 227. En realidad “todo comenzó el 22 de enero de 1937. La resistencia se tradujo en combates que se saldaron con 35 muertos en total, en su mayoría opositores a la colectivización”, entre ellos “17 militantes de izquierda”: Manuel Aguilera.

Un caso poco conocido pero que de haber ocurrido en el otro bando hubiera hecho correr todavía ríos de tinta, es el asesinato de Constantina Jarque Santiago, conocidísima vedette catalana con el nombre de Tina de Jarque. Al parecer, Tina había ido reuniendo a lo largo de su vida artística joyas y dinero por valor de unos cuantos millones de pesetas; y juntamente con su amante Abel Domínguez conocido militante y dirigente de la CNT de Málaga, pretendían desde Madrid partir con su tesoro rumbo a la frontera francesa, pero en Castellón fueron detenidos por los milicianos y entre el 5 y el 10 de enero de 1937 fueron ejecutados. Un buen seguimiento del caso el realizado por: Juan Antonio Ríos Carratalá. El tiempo de la desmesura. Barcelona, 2010, pp. 68 a 146.

El 16 y 17 de marzo de 1937, en Villanueva de Alcardete (Toledo), por orden del alcalde comunista y de la UGT fueron asesinados 16 anarquistas: José María Ruiz Alonso. La Guerra Civil en la provincia de Toledo. Ciudad Real, 2004, t. I, pp. 482 y 483.

Caspe (Zaragoza) 14 de abril de 1937. Informe urgente al Comisario General de Guerra con respecto a lo sucedido a las columnas anarquista en Santa Quiteria, cerca de la navarra Sangüesa: “Un reducido número de aparatos, cazas casi todos ellos, se colocó encima de nuestras fuerzas, a las que ametralló terriblemente por espacio de más de TRES HORAS. Bajas y más bajas hasta sobrepasar con mucho el millar. Fueron inútiles todas las apelaciones hechas para que acudiesen nuestros cazas. Lo sucedido ha indignado a las Divisiones “Luis Jubert”, “Durruti” y “Ascaso”, que sospechan en esto maniobras de tipo político contra ellas. Y además, la desmoralización de nuestras fuerzas ante el golpe durísimo recibido ante el abandono por parte de nuestra aviación”. El Informe completo en www.asturiasrepublicana.com, que lo titula: “Las milicias de la CNT en el frente de Aragón víctimas de una horrorosa carnicería”.

En Molins de Llobregat (Barcelona) el 25 de abril de 1937 es asesinado Roldán Cortada Dolcet dirigente del PSUC y de UGT. Al día siguiente en Puigcerdá (Gerona) son abatidos el anarquista Antonio Martín y dos de sus compañeros: Burnett Bolloten, pp. 653 y 654.  Ángel David Martín Rubio. Paz, piedad, perdón… y verdad. La represión en la guerra civil: una síntesis definitiva. Madridejos (Toledo), 1997, p. 137.  Manuel Aguilera hace una buena síntesis de todo ello.

Antonio Sesé Artaso secretario de la UGT  y dirigente del PSUC, el 6 de mayo de 1937 es herido de muerte de un disparo realizado por militantes del PSUC. En un informe secreto de 14 de octubre de 1936 elaborado por André Marty, el dirigente de la Internacional Comunista ponía ya a Antonio Sesé en la diana al afirmar: “Sesé, un hombre sospechoso desde todos los puntos de vista”: Radosh, Habeck y Sevostianov, p. 73. Burnett Bolloten, pp. 690, 692 y 693. Manuel Aguilera.

Los sucesos del mayo catalán de 1937. Existe una amplia bibliografía sobre este importante tema, una buena síntesis está recogida en    Burnett Bolloten pp. 659 a 704.  Manuel Aguilera realiza sin duda en mejor trabajo  llevado a cabo hasta el momento, y sitúa “en toda Cataluña 279 víctimas mortales con nombre y apellidos”. De todas formas creo que sigue vigente la llamada de atención de unos de los primeros investigadores del número  total de víctimas, José Manuel Martínez Bande cuando advertía: “Sin embargo, las cifras reales deben ser forzosamente superiores, pues a los citados nominalmente en la relación deben añadirse otros que, por unas causas u otras, no fueron controlados: muertos en prisiones clandestinas o asesinados no conocidos o conocidos mucho después”: La invasión de Aragón y el desembarco de Mallorca. Madrid, 1970, p. 237 llamada 281.

Al conocerse los sucesos de Barcelona, el 4 de mayo de 1937 fuerzas anarquistas abandonan sus posiciones en el frente de Aragón y se dirigen a la Ciudad Condal a defender a sus compañeros los anarquistas catalanes. A su paso por las poblaciones aragonesas camino de Cataluña se producen enfrentamientos, ejecuciones y asesinatos. Manuel Aguilera en su investigación recoge con detalles todos estos acontecimientos.

Después del mayo catalán vendrían las represiones, primero contra el POUM, hasta casi su total exterminio. “En un informe a León Trotsky fechado el 6 de julio de 1937, Erwin Wolf (más tarde detenido y presumiblemente asesinado por la NKVD) afirmaba: “Es imposible decir cuántos miembros activos quedan del POUM. 100, 200, 300, como máximo. Es imposible localizarlos. Su actividad clandestina –a juzgar por sus octavillas ilegales- es mínima”: Burnett Bolloten, llamada 84 cuyo texto está en la p. 783.

Andreu Nin Pérez, ex hermano, ex consejero de la Generalidad de Cataluña y uno de los líderes del POUM, es detenido en una muy preparada redada el 16 de junio de 1937 en Barcelona. Por orden del jefe del NKVD Alexander Orlov es trasladado a Madrid donde es torturado hasta la muerte y su cadáver nunca apareció. Tema editado: Los inconfesables crímenes del Frente Popular: el secreto horno crematorio de Alexander Orlov”.

“La participación del NKVD en multitud de crímenes en España, puede determinarse con un elevado grado de certeza, a pesar de que en algunos casos no existen pruebas directas”: Boris Volodarsky. El caso Orlov. Los servicios secretos soviéticos en la guerra civil española. Barcelona, 2013, p. 223.

En julio de 1937 en Brunete (Madrid), “dieciocho hombres, entre ellos un teniente y tres suboficiales fueron fusilados. El comisario de la división y el comandante de la brigada (anarquistas) fueron fusilados por Líster”: Informe alto secreto del general Karol Sverchevski, “Walter”, recogido por Ronald Radosh, Mary Habeck y Grigory Sevostianov, p. 563.
De las numerosas ejecuciones ordenadas por el comunista Enrique Líster, incluso de algunas de ellas alardeó ufano hasta el último día de su vida, se han tratado en el tema editado: Los asesinatos de Enrique Líster (Jesús Liste Forján)”. Tema en el que se analiza, entre otros, los 60 asesinados en el pueblo toledano de Mora.
Otro nuevo informe sobre las ejecuciones en Brunete en julio de 1937  afirma, que “la división de Líster se desmoronó y huyó. Se han aplicado las más duras medidas represivas. El 24 de julio fueron fusilados unos 400 de entre los que habían huido”: Informe fechado el 8 de octubre de 1937 del general y principal consejero militar soviético Grigori Shtern, recogido por Antony Beevor. La Guerra Civil española. Barcelona, 2005, pp. 419 y 735.

Después de terminar con el POUM tras la batalla del mayo catalán en todo el territorio dominado por el Frente Popular, socialistas y comunistas desataron una campaña contra las colectividades agrarias anarquistas. Enrique Líster, el comandante comunista de la XI División fue el responsable de numerosos asesinatos de campesinos; pero tanto en número como en crueldad fue superado por su camarada comunista Valentín González, “el Campesino”: Burnett Bolloten, pp. 795 a 797.

Finalizada la liquidación de las colectividades agrarias le llegó el turno al anarquista Consejo de Aragón instalado en Caspe (Zaragoza). Aragón en julio de 1936 había quedado dividido en dos territorios, las capitales Zaragoza, Huesca y Teruel y algunas poblaciones eran zona nacional, y desde octubre los anarquistas se habían adueñado de la otra parte de Aragón,  y que según los comunistas era zona dominada por el pillaje, el desorden y el crimen.
El 5 de agosto de 1937 el ministro de Defensa el socialista Indalencio Prieto Tuero llamó a su despacho Enrique Líster. Prieto muy astuto le dio la orden no escrita sino verbal, de que actuase sin contemplaciones y acabase con el anarquista Consejo de Aragón. Enrique Líster que además de asesino contaba con una de las mejores unidades armadas del Frente Popular cumplió eficazmente la orden verbal.
A finales de agosto, cuando las tropas comunistas de Líster  casi dominaban todo el territorio aragonés que había estado en poder de los anarquistas, fue nombrado gobernador general para aquella zona el militante de Izquierda Republicana José Ignacio Mantecón, que llegó al mando de dos compañías de Guardias de Asalto. Con las tropas de  Mantecón  más las de Líster se dio por finalizada la misión: Burnett Bolloten, pp. 797 a 807.

“77 Brigada Mixta, al incorporarse un reemplazo a dicha Brigada fueron asesinados en dos meses unos doscientos; por lo cual tuvo que ser reorganizada la Brigada sin haber entrado en combate. En el Batallón Alpino que cubrieron en el sector de la Sierra de Guadarrama, fueron asesinados unos 200 soldados”: Causa General. La dominación roja en España. Ministerio de Justicia. Diciembre, 1943, pp. 299 y 301.

“4 de noviembre de 1937. (…) el “Gobierno soberano” de Asturias, que allí llaman “el gobernín”, nombró a Pradas  [coronel Adolfo Prada Vaquero] comandante en jefe. Pradas se resolvió a emplear la manera fuerte contra los que se desbandaban o no se batían. Un día fusiló a tres jefes de brigada, a seis jefes de batallón y otros más, hasta diecisiete. Al día siguiente fusiló a ocho. Así restableció la disciplina y levantó la moral relativamente. Porque ha habido casos de poner las ametralladoras detrás de nuestras líneas, amenazando a quienes las defendían, o a quienes las abandonaban”: Manuel Azaña. Obras completas. México, 1968, vol. IV, p. 847.

Con respecto a la declaración en noviembre de 1937 del comunista francés André Marty ante el Comité Central de su partido, responsabilizándose de casi quinientas ejecuciones ordenadas  por él, todo ello está recogido y analizado en el tema editado: El texto de las 500 ejecuciones ordenadas por André Marty, “El Miguelito de Albacete”.

El periodista “de The Times, Kim Philby, que trabajó para el servicio secreto ruso durante casi 30 años entre 1935 y 1964 [“Círculo de Cambridge” o “Los cinco de Cambridge”], puso  una granada en el maletero del coche, que segó la vida de tres periodistas anglosajones, Dick Sheepshanks, Bradish Johnson y Edward Neil. Ocurrió en Caudé cerca de Teruel el último día de 1937”: Hugh Thomas. ABC, 23 de mayo de 2010, p. 3.

“Un informe firmado por Rojo el 31 de diciembre de 1937 se refiere a la ejecución de seis “agitadores” a raíz de una desbandada. El Ejército del Ebro puso en funcionamiento un rigidísimo sistema disciplinario, que incluía una compañía correctiva en cada Cuerpo (…). Pero parece que se ha hecho desaparecer la documentación relativa al número de ejecuciones, que no hemos encontrado en los archivos”: Michael Alpert. El ejército republicano en la guerra civil. Barcelona, 1977, pp. 222 y 223.

El 20 de enero de 1938 fueron fusilados en el pinar de Piedras Gordas, a tres kilómetros de la turolense Rubielos de Mora, 46 milicianos acusados de insubordinación: Ángel David Martín Rubio, p. 125. Y una buena investigación de Pedro Corral. Si me quieres escribir: la batalla de Teruel: gloria y castigo de la 84ª Brigada Mixta del Ejército Popular. Barcelona, 2004.

Entre los meses de enero y febrero de 1938 en el frente de Teruel, una compañía anarquista con mando comunista después de absurdos ataques pierde el 80 por ciento de sus efectivos. Como represalia el anarquista Francisco Sabaté Llopart "Quico", asesina de un tiro al comisario comunista Ariño: Antonio Téllez. La guerrilla urbana en España: Sabaté. Paris, 1972, pp. 16 y 17.

En el frente de Aragón el 13 de abril de 1938, una compañía anarquista de la 26 División, al pasar por la carretera de Doncella frente a la base del Batallón disciplinario del comunista XI Cuerpo del ejército son llamados sus mandos a la base, y sus tres tenientes y el comisario político fusilados al día siguiente por la mañana: Diego Abad de Santillán. Por qué perdimos la guerra. Una contribución a la historia de la tragedia española. Madrid, 1975, pp. 297 y 298.

En la huida de las tropas del Frente Popular camino de la frontera francesa, en febrero de 1939 fueron ejecutados 16 personas entre las poblaciones de Gironella y Olvan (Barcelona). En ese grupo de asesinados se encontraban Paulino Masforroll Canal y Ramón Morera Torrents, militantes de Esquerra Republicana de Catalunya y regidores del Ayuntamiento de Gironella; y juntamente con ellos también fue asesinado Luis Nicolau Fort.
Luis Nicolau Fort, “Leopoldo Noble”, era el famoso anarquista de la FAI que junto a otros dos compañeros participaron en el magnicidio del presidente del gobierno Eduardo Dato Iradier, el 8 de marzo de 1921 en Madrid. Como anarquista de acción violenta también se sabe, que el 27 de julio de 1936 había asesinado en Gironella al también anarquista Manuel Guixé Pijoan: Josep M. Solé i Sabaté. Joan Villarroya i Font. La repressió a la reraguarda de Catalunya. Barcelona, 1989, vol. I, p. 322. María Teresa Martínez de Sas. Pelai Pagès i Blanch. Diccionari biogràfic del moviment obrer als Països Catalans. Barcelona, 2000, pp. 527 y 975. César Alcalá. La represión política en Cataluña (1936-1939). Madrid, 2005, p. 250.

“París 22-IV-39.
Compañero Cipriano Mera. Estimado amigo: (…). Si usted me pudiera facilitar la información de lo sucedido en Madrid se lo agradecería. ¿Por qué no se sublevaron mucho antes? Suyo y de la causa. Francisco Largo Caballero”: Emilio Romero Gómez. Los papeles reservados de Emilio Romero Gómez. Barcelona, 1985, vol. I, p. 101.
Del 5 al 13 de marzo de 1939 tuvo lugar en Madrid la última batalla de la guerra civil en la Guerra Civil, donde se enfrentaron fuerzas prosoviéticas socialistas y comunistas contra fuerzas anarquistas de Cipriano Mera Sanz y del militar profesional y republicano el hermano Segismundo Casado López. Tampoco se conoce el número exacto de muertos, pero en el detallado trabajo y sin duda la mejor investigación hasta el momento,  Manuel Aguilera documenta más de dos centenares de víctimas llegando  a un “total de 262” de caídos en Madrid. Se sabía, por ejemplo, que entre esas víctimas estaban la del comunista y hermano coronel Luis Barceló Jover y la del también comunista comisario  José Conesa, fusilados por orden del coronel o general Casado;  y que anteriormente fuerzas de Barceló habían ejecutado a los ayudantes de Casado, los coroneles José Pérez Gazzolo, Arnoldo Fernández Urbano, Joaquín Otero Ferrer y al comisario Ángel Peinado Leal.

En su tesis doctoral Manuel Aguilera aportaba un total de 982 víctimas, 898 perfectamente identificadas documentalmente con nombre y apellidos, y las 84 restantes también identificadas pero sin nombre ni apellidos; y que como bien matizaba en la introducción de su tesis, esos asesinados lo fueron  “por motivos políticos o rencillas de grupo, no se han incluido los debidos exclusivamente a la disciplina militar”. En el libro queda excluido el soporte documental y se aporta un listado de 1000 víctimas, 909 identificadas con nombre y apellidos y las 91 restantes identificadas pero sin nombre y apellidos; pero como el mismo Manuel Aguilera sabe, a esa cifra redonda final se podría haber añadido – y por el momento-  más de 100 víctimas que también habían sido documentalmente identificadas. En definitiva, que “son todos los que están, pero no están todos los que son “.

Finalizada la Guerra Civil e incluso después de la II Guerra Mundial, asesinos comunistas prosoviéticos y comunistas libertarios refugiados en Francia continuaron eliminando antifascistas españoles, se estima que en Francia fueron eliminados cerca de 200, y de ellos hasta el momento se han identificado a 35. Y en España en la guerra del maquis  que se prolongó hasta mediados de los años 50, la cifra total de eliminados e identificados hasta el momento -incluidos también los muertos por fuego amigo- es de 176. Así pues, de los asesinatos de exiliados y maquis cometidos en territorio francés se  puede estimar que de cada 10 eliminados 8 ó 9 fueron obra  de los  comunistas fieles a Moscú, unos ejecutados por los militantes del PCE y otros ordenados directamente por la dirección del partido, es decir, Santiago Carrillo Solares y Dolores Ibarruri Gómez, entre otros; y de los otros 1 ó 2 eliminados los responsables fueron los comunistas libertarios o anarquistas.  En cuanto a los asesinatos cometidos en España se puede estimar que de cada 10 maquis 7 u 8 fueron eliminados por los comunistas prosoviéticos, y los otros 2 ó 3 maquis eliminados por los comunistas libertarios o anarquistas. Todo ello es tratado en el tema editado: Exiliados y maquis asesinados por los comunistas”.

Ángel Manuel González Fernández,  mayo de 2012 y noviembre de 2015.




































































































































































domingo, 1 de mayo de 2011

EL RECHAZO A LAS APARICIONES DE LA VIRGEN EN EZQUIOGA Y SUS CONSECUENCIAS EN EL PASADO, PRESENTE Y FUTURO

En el tema “Una Señora guapísima” anunció en 1933 la Guerra Civil española” traté una parte de las apariciones de Ezquioga, fijándome solamente en su importante anuncio de profetizar la Guerra Civil española, y, en el tema “Clérigos asesinados en la zona nacional”, que guarda relación con el anterior, quedaba de manifiesto el problema secesionista de la iglesia nacionalista vasca; ahora, sirviéndome de los trabajos de dos investigadores presento esta síntesis sobre las apariciones de la Virgen en Ezquioga y sus consecuencias e importancia en el pasado, presente y futuro de España.
Lo profetizado se ha ido cumpliendo, y como aquellos milicianos comunistas vascos que durante la Guerra Civil encontraron y leyeron el perseguido libro de las apariciones de Ezquioga, el creerlo o no es una cuestión personal de cada uno.
Las fuentes son:
A: José María Sánchez de Toca. Los profetas de la piel de toro. Astorga, León, 2009.
B: William A. Christian Jr. Las visiones de Ezkioga. La Segunda República y el Reino de Cristo. Barcelona, 1997.

1. Las apariciones:
“El 14 de abril de 1931 un gobierno provisional nombrado por sí mismo se hizo con el poder que había dejado abandonado el rey y sus ministros y proclamó la Segunda República Española.
A los dos meses y medio, los católicos españoles, que eran abrumadora mayoría de la población, tenían motivos para temer lo peor, horrorizados por los incendios de iglesias y conventos. Aunque el episcopado español había aconsejado sumisión al nuevo régimen, éste al cabo de un mes puso en la frontera a Mateo Múgica, obispo de Vitoria, y poco después al cardenal Segura, primado de España.
Entonces la Virgen se apareció en diversos lugares. En Ezquioga (Guipúzcoa) las apariciones fueron multitudinarias y anunciaron la persecución religiosa, la guerra civil y la segunda guerra mundial, así como los tres días de tinieblas y otros acontecimientos terribles que felizmente no han ocurrido. Las apariciones fueron bien acogidas por el pueblo pero sufrieron el acoso, prácticamente circular, de los poderosos de la época y fueron prohibidas por el ordinario del lugar.
El 19 ó 20 de junio de 1931, Ignacio Galdós, concejal de Ezquioga, pueblo cercano a Zumárraga, en el Goyerri, las tierras altas guipuzcoanas, tuvo un accidente cuando llevaba su carro de bueyes cargado de troncos. Una señora vestida de negro le ayudó, puso a los bueyes de pie tomándoles por un cuerno y evitó que el hijo de Ignacio, que iba montado en el carro, cayera por un terraplén. Cuando lo contó nadie le creyó y en la taberna se burlaron de él, a pesar de que era un respetado cashero.
Diez días después, a la hora del ángelus (el crepúsculo vespertino) del 30 de junio de 1931, los niños Antonia y Andrés Bereciartúa, que volvían a casa con la leche que habían ido a buscar a un caserío, se toparon con una señora vestida de blanco que llevaba un manto negro, corona de oro y tres estrellas luminosas, a la que identificaron con la Virgen. Las apariciones exhortaban a la conversión, la oración y la penitencia para salvar a España y al mundo entero, y para evitar los castigos que amenazaban" (A, pp. 227 y 228).

2. La nacionalista iglesia vasca:
“El obispo de Vitoria, Mateo Múgica, fue autorizado a regresar a España el 13 de mayo de 1932, pero no pudo volver a su diócesis hasta un año después. En cuanto llegó a Vitoria el 11 de abril de 1933, ordenó a los párrocos que hicieran retractarse a los videntes.
Las disposiciones del vicario, cada vez más drásticas, habían prohibido la asistencia a la campa, primero a los eclesiásticos, después a los videntes, y finalmente también a los laicos. Ahora, Múgica dejaba a la niña Benita Aguirre sin sacramentos, la prohibió que se le apareciera la Virgen, y amenazó de excomunión a sus padres si la niña tenía visiones en casa. El obispo prohibió que los párrocos dieran la comunión a los videntes que tuvieran apariciones y a los laicos que acudieran a la campa.

Las apariciones de Ezquioga también se vieron atrapadas en las tensiones reinantes entre el cardenal Segura, primado de España, y el nuncio Federico Tedeschini. Segura, a quien la República había desterrado a Roma, era un hombre ascético y espiritual que creía en apariciones y en los documentos de la Madre Rafols, mientras que el nuncio era un mundano príncipe italiano que informó sobre Ezquioga al Secretario de Estado vaticano de entonces, cardenal Pacelli (después, Pío XII), el 14 de octubre de 1932, “congratulándose de que la colaboración del gobierno civil daría pronto fin a las apariciones” (A, pp. 231, 233 y 234).

3. La fanática izquierda anticlerical:
“En agosto de 1931 el gobierno de la República había respondido serenamente con el ejemplo de Lourdes a una interpelación parlamentaria sobre Ezquioga, pero comisionó discretamente a Gregorio Marañón a que investigara los hechos, y éste, que era el médico más famoso de España, informó que “los fenómenos de Ezquioga no pertenecían a la Ciencia sino a otros estados de conciencia”.
El 13 de agosto de 1931 en una agitada sesión en las Cortes se trató el tema de las apariciones de Ezquioga. El diputado republicano radical socialista Antonio de la Villa Gutiérrez afirmaba que "a la sombra de esa Virgen de Ezquioga se está conspirando contra la República", y pedía al ministro de la Gobernación que tomase medidas: "Sr. Ministro de la Gobernación, en Ezquioga se reúnen de 5 a 6.000 almas todos los días". A lo que el ministro de la Gobernación el republicano conservador Miguel Maura Gamazo respondía: "El que unos católicos se reúnan creyendo -porque lo crean o porque no lo crean-, se reúnan, digo creyendo ver una aparición y están allí durante unas horas rezando el rosario, ¿vale la pena de que la Cámara española considere que está en peligro la República por eso?":
Diario de Sesiones de las Cortes Constituyentes de la República Española. Nº. 385, pp. 392 a 394.
Un año después, en septiembre de 1932, Azaña, presidente del gobierno, visitó Guipúzcoa y el gobernador civil Pedro del Pozo, amigo y confidente suyo, recibió sus instrucciones directas de “no consentir más milagros”. El ejército realizó maniobras en Ezquioga y la Guardia Civil impidió el acceso a la campa. Del Pozo nombró juez especial a Alfonso Rodríguez Dranguet, un masón que había matado un guardia civil en los disturbios previos a la República, quien hizo detener a los videntes y el 11 de octubre de 1932 comenzó a interrogarlos por los delitos de estafa y sedición.
La connivencia entre el gobierno civil y el obispado de Vitoria quedó al descubierto. El juez encerró al Padre Burguera una semana en la cárcel de Ondarreta, y a los demás videntes quince días en el manicomio de Mondragón, donde los facultativos tuvieron que excusarse con los videntes por encontrarlos perfectamente sanos, aunque hallaron cierto retraso mental en tres de los videntes varones” (A, pp. 231 y 232).“El 14 de julio de 1931, Patxi Goicoechea vidente nacionalista, vio a la Virgen bendecir con expresión severa los cuatro puntos cardinales con una espada. Los periódicos de izquierdas, que hasta entonces habían bromeado con las visiones pidieron rápidamente la intervención del gobierno.
El 19 de julio, el periódico republicano La Voz de Guipúzcoa, denunciaba la utilización “de una alucinación” como parte de una conjura “derechista-separatista” y la provocación de “la intolerancia y la guerra civil”. Un diputado republicano advirtió en El Liberal de Madrid que Ezkioga era el producto de un clero “dispuesto a remangarse la sotana, empuñar el fusil y lanzarse al monte” (B, p. 48).

4. El racista y secesionista nacionalismo vasco
:
“Al principio, los nacionalistas vascos, importante fuerza política nacional, habían acogido las apariciones como un signo del Cielo.
Engracio Aranzadi escribía el 8 de julio [El Día, 11 de julio de 1931]: “¿No será que el Cielo trata de confortar el ánimo de los vascos leales a la fe de la raza?” (A, p 232).
“Aranzadi era el sucesor de Sabino Arana como ideólogo del Partido Nacionalista Vasco.
El semanario pronacionalista Argia llegaba a la conclusión de que “aundia Euskalerriari Jaungoikoak dion onginaia” (es grande el buen deseo que Dios tiene hacia el pueblo vasco)” (B, pp. 47 y 48).
“En consecuencia, el Euzkadi Buru Baztar, órgano supremo del partido, designó a tres miembros para que acudieran a Ezquioga a preguntar a la Virgen qué tenía que decir a Euzkadi. Los comisionados fueron a la campa e hicieron la pregunta a través de la niña Benita Aguirre, que a su vez preguntó a la Virgen.
La respuesta, en castellano, fue que la Virgen venía para toda España y que si había elegido Ezquioga era porque en ese momento estaba allí la mejor gente de España, pero que no siempre sería así. Esta respuesta, unida al hecho de que los mensajes se referían constantemente a España sin mencionar a Euzkadi, fue una desilusión para los nacionalistas. Cuando unos peregrinos navarros de Mendigorría llevaron a la campa pancartas que decían “Madre, ¡Salva a España!”, el órgano del partido [Euzkadi, 15 de julio de 1931] escribió ácidamente:
“Estos vivas y gritos que se guarden para ellos. ¿Por qué no fueron a apagar los conventos que quemaron en Madrid y en Sevilla? Los que quemaron los conventos eran españoles, aunque muchos de los que estaban dentro de los conventos eran vascos”.
Más tarde, cuando estalló la guerra civil, los gudaris (soldados del gobierno de Euzkadi) buscaron los libros de Burguera para quemarlos. Sin embargo, la edición estaba en una casa de Elorrio que los comunistas vascos habían convertido en cuartel para dos de sus batallones, donde los milicianos lo leían con avidez y se convirtieron muchos. Después, cuando los nacionales entraron en Elorrio, la edición ya no estaba allí, pero no porque los comunistas la hubieran quemado o destruido, sino porque la habían difundido por todo el país vasco” (A, pp. 232 y 233).5. El prepotente nacionalcatolicismo franquista:
“El círculo de enemigos de las apariciones se completó en 1937, cuando las tropas nacionales conquistaron el Goyerri. La autoridad militar metió algunos videntes en el manicomio, y a otros los desterró o amenazó con hacerlo. Dos años después de acabada la guerra, la Dirección General de Seguridad todavía hizo detener a un devoto a instancias del vicario general de la diócesis de Vitoria (que ahora era Lazurica), que le acusó de separatista. Afortunadamente el detenido tenía un hijo sacerdote que pudo demostrar la falsedad y liberarlo en dos semanas” (A, p. 233).

Conclusión y consecuencias:
“Se calcula que la campa de Ezquioga tuvo un millón de visitantes en 1931, con un pico de asistentes de 70.000 personas el 16 de julio de 1931.
La Virgen se manifestaba a muchos hombres y mujeres, ya fueran habitantes de Ezquioga, visitantes, curiosos o peregrinos.
El vidente Cruz Lete se hizo hermano de San Juan de Dios lo mismo que su grupo de amigos y murió en olor de santidad en 1933. Otra devota vidente de Ezquioga, Conchita Mateos, se hizo monja clarisa junto con otras catorce jóvenes.
En Ezquioga nunca hubo comisión eclesiástica de investigación después de la que formó el párroco; y los mensajes de Ezquioga nunca han sido estudiados a la luz de los acontecimientos nacionales, mundiales y eclesiásticos ocurridos desde entonces. En Ezquioga la Virgen se aparecía como Mater Dolorosa con una espada en la mano y el rosario en la otra; en 1931 aquello se interpretó como un anuncio de guerra, sin que nadie se le ocurriera que el rosario era la mansa alternativa a la espada.
Después, una generación tuvo paz hasta que en 1968 comenzaron los asesinatos en serie, cuyas víctimas han sido mayoritariamente vascas, y cuyos asesinos recibieron aliento y complicidad donde sólo hubieran debido oír exhortaciones al arrepentimiento y la penitencia. Aquella cristiandad pujante y misionera se secularizó y los seminarios se vaciaron. Curas rebotados y frailes que habían colgado los hábitos se encaramaron a los puestos dirigentes de la sociedad. Cuando el Papa visitó Guipúzcoa en 1982, el presidente del gobierno autónomo no fue a recibirle, alegando que tenía otros compromisos.
Vistos los hechos tantos años después, mi impresión es que en Ezquioga hubo de todo, según la vieja experiencia cristiana de que donde se manifiesta Dios no anda muy lejos el diablo. Pero al árbol ha de juzgársele por sus frutos y en Ezquioga se produjeron conversiones, vocaciones y curaciones, y se profetizaron hechos que el tiempo ha verificado.
Contra toda evidencia se negó en bloque el carácter sobrenatural de las primeras apariciones multitudinarias de España, en las que millares de devotos esperanzados recibían mensajes de contenido profético. Y así, Ezquioga, que hubiera debido ser una bendición, se convirtió en una desgracia. La condena creó un sentimiento de vergüenza colectiva y Ezquioga pasó a ser un tabú que no debía mencionarse.
En 1984, un contristado historiador vasco me decía que allí las cosas no tendrían remedio hasta que no se reparase el desaire que se había hecho a la Virgen en Ezquioga” (A, pp. 228, 247, 248 y 249).Y después dicen que no entienden lo que pasa en las Vascongadas o en España, en Europa y en el Mundo: ustedes mismos.

Ángel Manuel González Fernández, mayo de 2011.